Érase una vez en Poniente/ ᴀᴇᴍᴏɴᴅ x ꜰᴇᴍ'ᴀᴇɢᴏɴ x ᴊᴀᴄᴀᴇʀʏꜱ

Capítulo 04.

Danza de dragones.

By: PoptartSprinkles3

Aegon pasó la semana siguiente en su dormitorio, dejando fuera a todos menos a Helaena. Cuando no estaba en su cama de mal humor, estaba bebiendo, cuando no estaba bebiendo estaba mirando por la ventana soñando despierto. El sol se estaba poniendo sobre la ciudad, las antorchas y las velas ardían en la luz moribunda. Diminutas sombras susurraban por las calles de abajo.

Un suave golpe llegó a la puerta y Helaena se anunció. Le permitió entrar y siguió mirando por la ventana, esperando pacientemente a que saliera la luna.

"Mi boda es mañana. Esperaba que estuvieras allí. Quiero que estés allí. Dijo mientras se acercaba a él junto a la ventana.

"A menos que quieras una orgía injustificada entre las masas, creo que debería mantenerme alejado de las grandes multitudes".

"Bien." Dudó en hablar, luchó por encontrar las palabras adecuadas para decir. "Yo sé que no me quieres. Está bien, pero quería que supieras que me preocupo por ti y que me gustaría que fueras feliz".

"¿Crees que no te quiero?" Aegon se volvió hacia ella.

"Sí. Quiero decir que nunca parecías preocuparte por mí.

Él rió. "Solía ​​pensar que eras rara, pero me gustabas. Eres amable con todos, incluso con las personas que no se lo merecen y eres tan indiferente a ti mismo".

Ella sonrió levemente. "Entonces, ¿por qué odiabas estar casado conmigo?"

"No fue fácil estar casada con el amor de la vida de nuestro hermano. Cada vez que cumplía con mi deber se sentía como una traición". Apuró lo que quedaba de su taza, "No estoy ciego. Pude ver que tú también lo anhelabas. Cumplí con mi deber y luego me retiré, dejando espacio para tus asuntos secretos.

Helaena se quedó helada de miedo.

"Relájate querida hermana, tu secreto está a salvo conmigo, como siempre lo ha estado".

Helaena saltó sobre él y lo estrechó en un cálido abrazo.

Aegon le dio un apretón. Una luz plateada envolvió a Aegon, cuando la luz se atenuó, volvió a ser el mismo de siempre.

Helaena saltó emocionada, "ERES TÚ OTRA VEZ".

Aegon se rió, "Es sólo por esta noche. Puedo ser un hombre una vez cada luna llena".

"¿Qué es lo primero que piensas hacer? ¿Visitando la calle de la seda tal vez?

Aegon tomó su mano, "Tengo una idea mejor".

La empujó hacia la oscuridad para sacar su capa azul. Le recogió el pelo y lo metió dentro de un sombrero. Lanzándole algo de su ropa, cerró los ojos y se dio la vuelta mientras ella se cambiaba. Una vez que estuvo lista, la condujo a la puerta secreta.

"¿A dónde vamos?"

"Hoy es el último día que estamos casados. Quiero darte al menos un buen recuerdo conmigo". Aegon le ofreció su mano, "Además, estoy seguro de que Dreamfyre te extraña tanto como yo extraño a Sunfyre".

Los ojos de Helena se iluminaron. Ella tomó su mano y lo siguió fuera de la Fortaleza. Sigilosamente, se dirigieron al foso del dragón para buscar a sus dragones. Sunfyre se animó inmediatamente al verlo. Levantó la mano, "Lykiri Sunfyre".

Sunfyre presionó su hocico contra la mano de Aegon. Una sonrisa se formó en su rostro, después de tanto tiempo Sunfyre todavía lo recordaba. Condujo a Sunfyre afuera para encontrarse con Helaena, que ya estaba montada y lista.

Por primera vez en mucho tiempo ensilló y se elevó a los cielos. Lo hicieron todo. Volaron en círculos, corrieron y asustaron las almas de algunos plebeyos con rugidos feroces y cortes estrechos entre edificios.

Voló por encima de Kings Landing hacia la luna. "¡DRACARYS!"

A su lado, Helaena siguió su ejemplo, "¡Dracarys!"

Sun y Dreamfyre respiraron con dificultad. Volaron a través del calor aún más alto en el cielo. "¿CONFÍAS EN MÍ?"

"SÍ."

Alcanzando la máxima altura sus dragones trabaron las garras. Asegurado con su cinturón de seguridad, soltó las riendas de Sunfyre y levantó las manos al cielo. "WOOOOOO."

Helaena se rió e hizo lo mismo. Agitando sus manos en el aire.

Todavía unidos, Dream y Sun cayeron íntimamente en una espiral de muerte hacia las aguas negras de abajo. Sin miedo vieron acercarse el agua. Volvió la cabeza para encontrarse con la mirada de Helaena. Nunca la había visto tan feliz. Antes de llegar al agua, los dragones se desbloquearon y se agarraron.

Un rugido profundo llenó el aire. Aegon levantó la cabeza para ver un gigante familiar volando. Helaena voló para encontrarse con Vhagar. La sonrisa de Aegon vaciló. Voló con Sunfyre entre una gran formación rocosa y aterrizó. Volvió los ojos al cielo y vio a Vhagar y Dreamfyre bailar por el cielo.

El rostro normalmente inexpresivo de Aemond esbozó una amplia sonrisa cuando Helaena voló a su lado. Aegon levantó la mano después de que una gran gota de lluvia le salpicara la cabeza. Sunfyre levantó un ala ofreciéndole refugio de la lluvia que se avecinaba. Desde el suelo los vio a los dos gobernar el cielo juntos. Estar descaradamente enamorado.

Un sentimiento pesado llenó su pecho. Como nunca había sentido angustia, estaba abrumado por la tristeza. En ese momento no estaba molesto por ser una mujer por el resto de sus días, estaba molesto porque nunca llegaría a sentir lo que ellos estaban sintiendo allá arriba. Por una vez que estaba agradecido por la lluvia, fácilmente disimularía sus lágrimas. Una vez que Vhagar y Dreamfyre se fueron, montó Sunfyre y voló por encima de las nubes tormentosas. La suave luz de la luna lo guió a través de la oscuridad hasta Rocadragón. Permitió que Sunfyre bailara solo, llenando el cielo con su rugido musical hasta que estuvo demasiado cansado para volar y la tormenta pasó. Para entonces la Luna apenas se veía en el cielo, el sol asomaba por el horizonte.

Cuando Aegon aterrizó, la tierra estaba blanda por la lluvia fresca, lo que hizo que se hundieran un poco. Su paranoico Tío ya había montado a Caraxes y estaba cerrando el espacio entre ellos. Pisándole los talones estaba Syrax, Vermax y Arrax. Se mantuvieron firmes esperando su próximo movimiento.

Aegon salió de Sunfyre y se acercó a su familia. Ellos también desmontaron y fueron a su encuentro. Rhaenyra se sostuvo el estómago, lo que indica que estaba embarazada de otro hijo. Mantuvo la cabeza en alto y se paró junto a Daemon. "¿Qué te trae a Rocadragón?"

Aegon se quitó la capucha, "No tengo otro lugar a donde ir realmente".

"Tu madre dijo que fuiste maldecido por una bruja. ¿Te envió aquí con la esperanza de maldecirnos también?

Aegon negó con la cabeza, "Ella no sabe que estoy aquí. Nadie sabe que estoy aquí.

"¿De qué estás huyendo?" preguntó Rhaenyra, mirándolo con sospecha.

Aegon se volvió hacia el amanecer. Un pesado suspiro escapó de sus labios. Una luz familiar bañó a Aegon y Sunfyre transformándolos de nuevo en una belleza femenina. Cuando la luz se desvaneció, volvió a ser una mujer, y al parecer Sunfyre también.

Daemon se echó a reír, "¿Esta es tu maldición?"

Rhaenyra le lanzó una mirada a Daemon antes de acercarse a Aegon, atrayéndolo a sus brazos para consolarlo.

Jace y Luke estaban en completo estado de shock, sin saber muy bien cómo reaccionar.

"Me alegro de que hayas venido a mí". Rhaenyra le sonrió a Aegon, "Entra. Podemos hablar después de que te cambies a algo cálido y descanses un poco.

Aegon sonrió, siguiéndola al interior.