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I think you know the reason why...

La luna llena sería en una semana más, y ese sería el día en que Chan y Youngjo tendrían su duelo. Eran esos días en que nuestros lobos eran más fuertes, más veloces y se curaban más rápido.

Youngjo aceptó el duelo, por supuesto: como alfa, tenía la posibilidad de negarse, aludiendo a que no sería una pelea justa por la condición omega de Chan. Sin embargo, todos sabíamos que quería matarlo, probablemente influido por el padre de Jeongin.

Yongbok corrió donde su hermano mayor, ayudándolo a ponerse de pie y caminando con él en dirección a casa. Jeongin no dejaba de llorar.

—Innie, Innie... —murmuraba Yongbok, acariciándole las mejillas cubiertas de lágrimas del omega.

—Tienes que hablar con Chan —sollozó Jeongin, desesperado—, tienes que decirle que no lo haga, Bokkie, por favor...

—Puede que él...

—¡Youngjo lo matará! —se rompió Jeongin—. Youngjo me prometió que apenas pudiera, lo mataría...

Yongbok tragó saliva, tembloroso, apenas respirando. Traté de extender feromonas alfas tranquilizadoras, para que el omega dejara de llorar, tan destrozado.

Entonces, pareció reparar en mí, volteándose a verme, su rostro lleno de esperanza.

—Jisung, Jisung, debes decírselo tú —me dijo, su voz empapada en súplica. Parpadeé—. Dile que es una locura, que retire el duelo, que debe seguir vivo —lloró unos segundos más—. Debe seguir vivo por mí...

Sentí mucha pena al ver a Jeongin tan destrozado, aferrándose a mí, con su vientre regordete gracias al embarazo. Ya no lucía como ese omega que conocí meses atrás en la fiesta, coqueto y juguetón, ahora se veía desesperado, quebrado. Sus mejillas estaban hundidas, con ojeras bajo el rostro, y un naciente moretón sobre el borde de su labio gracias al golpe que Youngjo le dio.

—Hablaré con él —le dije, poniendo un tono amable—, trataré de hacer lo que pueda, Innie.

—No, no tienes que tratar —insistió Jeongin, sacudiendo su cabeza—. Tienes que hacerlo, tienes que hacerlo, si Chan se muere... si él muere...

No quería que lo dijera. No quería que dijera esas palabras en voz alta. Pero no pude detenerlo.

—Si Chan se muere, yo me mataré también.

No había posibilidad alguna de hacerlo cambiar de opinión

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No había posibilidad alguna de hacerlo cambiar de opinión. Todos, en el fondo, lo sabíamos, puede que incluso Jeongin lo supiera.

Porque Chan era orgulloso como ningún omega, sin dejar que un alfa pasara por encima de él. Sin que ningún alfa se atreviera a mirar a quien consideraba como el amor de su vida. Y Youngjo se atrevió a levantarle la mano a Jeongin, y eso, Chan jamás lo iba a perdonar. A mí todavía no me perdonaba haberme atrevido a mirar a su novio.

Dance to this ☘ ChanInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora