El aire de la madrugada era frío, tan frío que Kisaki temblaba, dirigió su vista a una pequeña caja que llevaba, levantó la tapa y sonrió al ver a su pequeña rata durmiendo plácidamente.
A los pocos segundos llegó su novio, traía consigo un vaso con chocolate caliente y unos panes dulces, también traía unos boletos de autobus, le entrego el chocolate a su pareja y tomo la caja con un poco de dificultad.
-En media hora saldrá nuestro bus, es mejor que comas algo antes de partir..
-Tengo miedo.. estamos dejando todo atrás- tomo un sorbo de la bebida caliente y suspiro al sentir un poco de calor.
-¿Y no es eso maravilloso? Empezaremos de cero, sin que nadie nos impida ser lo que queremos ser- le dedicó una sonrisa temblante a su menor y también bebió de su chocolate.
-Aún así, siento que esto es una mala idea..
-Mala idea o no, estamos juntos en esto, confía en mí, tengo algunos amigos por haya, se que nos acogerán.
-Si tú lo dices..- terminó de beber lo que había en su vaso y lo tiró a un basurero cerca.
Metió sus manos a los bolsillos de su abrigo, quería pensar un poco en lo que estaba a punto de hacer, estaba escapando, su familia termino de romper el poco aprecio que sentía por ellos, estaba tan furioso que en un ataque le marco a su novio y le dijo que se fueran a cualquier lugar que quede lejos.
Hanma, como el ser obediente que era, consiguió dinero y en la madrugada fue a buscar al moreno para llevar a cabo su plan.
A Shuji no le importaba mucho, de por si ya odiaba a sus padres y al escuchar la idea de su menor no se pudo negar, era una buena oportunidad para empezar de cero.
-Bueno, es hora de partir- paso su brazo por el hombro de su pareja y lo dirigió hasta el autobús.
-Voy a extrañar estar en Shibuya- miro atrás por encima del hombro y regreso la vista al frente, suspiró y se adentró al enorme autobús.
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Meses habían pasado, sus padres no sabían nada de Kisaki, preocupados denunciaron su desaparición.
Después de mucha espera les llegó una llamada, esperanzados atendieron la llamada, sin embargo lo que escucharon los dejo atónitos.
-Hemos encontrado el cuerpo sin vida de su hijo, lo sentimos mucho- el teléfono se deslizó por la temblorosa mano de la mujer, este impactó contra el suelo de madera y junto al el, de rodillas cayó la llorosa fémina que tapando su boca logró apaciguar sus gritos de dolor y tristeza.
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Nadie sabe que o quien fue el causante de la muerte del pequeño moreno, que por una simple molestia, huyó lejos del calor de su hogar.
Dejo atrás el gran futuro que pudo tener y también dejo a sus padres con el corazón herido.
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En fin, puede que está sea la última vez que llegue a actualizar una de mis historias, no diré motivos, solo daré mi agradecimiento que aquellas personitas que me apoyaron
