Hanma había decidido que el campo y la granja eran buenos lugares para tomar fotos, aunque no pensó que la gente de aquellos lugares eran increíbles modelos.
Parte de su aventura para encontrarse a si mismo era fotografíar, le encantaba la idea de guardar en un pequeño artefacto tanta diversidad y naturaleza.
Llegó al que sería su primer destino, un hermoso campo que era habitado por apenas unas pocas familias.
Los aldeanos eran amables, divertidos y agradables, a Shuji le encantaba ese ambiente, pregunto si podía tomar fotos y la gente estuvo entusiasmada con la idea.
Una pequeña familia le dió hospedaje en un granero, no le molestó el lugar, le parecía genial, al día siguiente empezaría con lo suyo.
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Lleno de energía se puso a vagar por el amplio campo, a lo lejos pudo divisar una pequeña silueta que araba las tierras, se acercó con un poco de curiosidad y se sorprendió al ver a un hermoso joven de tes morena.
-Hola- saludó alegre al joven, intentaba disimular su nerviosismo, cosa que no pudo cuando esté le dirigió la mirada.
-Hola, ¿necesitas algo?- dejo de lado su herramienta y lo miró con una ceja alzada.
-Eeh...- miró el piso un poco nervioso mientras rascaba su nuca apenado -¿Podría tomarte algunas fotos?- el joven lo miró confundido y antes de poder negarse -Mira, esto es lo que hago- le mostró su trabajo con la esperanza de que aquel joven bronceado no se negara, encerio quería tener fotos suyas.
-Bueno, ¿que tengo que hacer?- puso las manos en su estrecha cintura y miró con intriga al joven alto.
-Eh...- tragó saliva que amenazaba con salir de su boca pues aquel muchacho era en extremo hermoso, tan hermoso que no podía creer la idea de que fuera un nativo del campo.
-¿Y bien?- el moreno se estaba impacientando y la mirada penetrante del fotógrafo solo le incomodaba.
-Solo... Solo sigue arando la tierra- tomó la camara entre sus manos con fuerza, trataba de tomar valor y así poder sacar las mejores fotos que podía.
-¿Está... Bien?- volvió a tomar su pesada herramienta y siguió con lo suyo, supuso que el joven se había retractado y sin mucha importancia continuó el trabajo que había interrumpido, fue entonces que un "click" llegó a sus oidos y las regresar la vista vió la camara que aquel joven, cámara que apuntaba en su dirección.
-Vaya...- no sabía si era el sol o la foto que había tomado pero sentía su cara quemando y no podía apartar la vista de aquella imagen que a sus ojos era celestial.
-¿Solo era eso?- trató de sonar bromista pues el silencio que se había formado era bastante incómodo.
-Si...- su voz era soñadora, no podía creer que había logrado conseguir una foto tan magnífica y no quería apartar la vista, creía que si lo hacía aquella imagen se perdería.
-Bueno...- miró dudoso al joven de piel lechosa pero este no apartaba la vista de su cámara así que solo suspiró extrañado -Adios- con solo fijarse en el sol sabía que ya era hora de almorzar, dió media vuelta y tras tomar sus cosas solo se fue en silenció.
Cuando Shuji ya había logrado salir de su sueño el moreno ya no se encontraba en los alrededores, a pesar de haber buscado en las cercanías no logro encontrar al bonito chico y solo suspiró rendido, derrotado y triste, ya mañana debía partir y seguramente aquella fotografía sería lo único que tendría de él.
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El día ya había llegado y con su mochila lista partió a la estación a la que llegaría su autobús para llevarlo a su siguiente destino.
Tenía la mirada decaída, jugaba con sus dedos y en su mente solo pasaba el recuerdo de como había conocido al bonito moreno, "demonios" pensó, ni siquiera sabía su nombre.
-Buenos días- aquella voz los sacó de sus pensamientos y con velocidad dirigió su mirada al origen de la voz.
-Bu...Buenos días...- el sonrojo regreso a su rostro y apartó rápidamente la cara para evitar que lo viera.
-Jaja, eres muy raro- incluso su risa era angelical ante los oídos de Hanma y en sonrojo era cada vez más notorio.
-Mm...
-Ayer no te pude decir mi nombre, soy Kisaki Tetta, un gusto- le extendió la mano y Shuji la tomo con un poco de timidez.
-Hanma Shuji...- se sentía como un idiota, el chico que había robado su corazón le hablaba y el apenas y soltaba palabras.
-Lindo nombre Hanma- le dedicó una linda sonrisa que el alto no pudo ver por estar volteado.
-Tu nombre también es lindo- soltó lo primero que pasó por su mente pero de inmediato se arrepintió.
-Voy a Kanto, ¿y tú?- trató de sacar plática hasta que llegara su autobús pues algo que odiaba eran los silencios incómodos.
Aquello llamó su atención y emocionado se digno a ver al fin al pequeño moreno -También voy para haya.
-Viajaremos juntos entonces- soltó una risita que calentó el corazón de Shuji que solo atinó a sacar su cámara.
-Nos podemos tomar una foto, ya sabes, para el recuerdo- quizás sería su última oportunidad y no la podía desperdiciar.
-Claro- se apegó a Hanma y este alegre levantó la camara y un "click" resonó antes de que el bus anunciara su llegada.
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De una radio salían lindas melodías que eran acompañadas por la linda voz de una moreno que terminaba de acomodar una mesa llena de platos.
Pronto escuchó la puerta de su hogar siendo abierta, su sonrisa se ensanchó y corrió para recibir a su esposo.
-¡Shu!- saltó a los brazos de su alta pareja y este lo recibió con alegría.
-Hola cariño- besó su mejilla con amor recibiendo una risilla en respuesta.
-Ya está el almuerzo, vamos a comer- bajo de los brazos de su amado y este lo siguió con una boba sonrisa.
Al pasar por el pasillo pudo ver una vez la foto que se había tomado con su esposo aquel día, día que ambos habían empezado su viaje lleno de aventuras, una aventura que le permitió enamorar a aquel pequeño granjero que ahora era solo suyo.
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Bueno a ver, ahora sí, ustedes no lo saben pero tengo una cuenta secundaria en la que escribo puras historias de Dragon Ball, supongo que será fácil encontrarme pero meh, por estar en esa cuenta es que descuide la principal, pero bueno, tengan linda noche 🐥✌️
