Teatros

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Era un día normal donde yo decidí ir al teatro para divertirme un poco y reconectar con la magia de los actos y obras mágicas que prepara el director junto a unos actores, lo normal que pasa en cada teatro, pero yo voy al mismo teatro desde muy pequeño y siempre me deja impactado o aveces con algunos traumas.

No tengo muchos problemas, pero mi problema más grave fue el teatro al que siempre voy y que nunca hay nada coherente en la obra, cuando nos cambian de asientos por alguien todos se enojan y lo malo es que los actores no son escuchados y en ocasiones burlados, lo bueno de estas catástrofes es cuando termina el primer acto y los actores van a descansar del desorden que era el público.

Cuando los actores dan inicio al segundo acto, los espectadores siguen molestando y nunca le dan importancia a la obra y se empiezan a hacer muchas bromas, pero en el momento justo el director de la obra llega por algún inconveniente, no para de gritar y hacer sentir menos a algunos espectadores, yo pienso que el director debería tener más consideración.

Dejando de lado todo eso, se me hace muy corto el segundo acto que ya se había terminado, pero por suerte el descanso duró menos, la oportunidad perfecta de poder escuchar la obra en paz, pero siento que teniendo a los mismos de siempre viendo la misma obra es muy injusto, porque quiero escuchar a los actores pero ellos no dejan.

Claramente todo esto fue una metáfora y no hablo de un teatro nada más.

PoisonousDonde viven las historias. Descúbrelo ahora