Karmaland er ikke som det ser ut til

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Merlon tenía razón al decirle que no estaba tan alejado del centro del pueblo.
Estaban a nada de llegar y aún era de mañana, fue buena idea salir de casa muy temprano.

Fue cuando apenas comenzó el día que el anciano no esperó a que Quackity despertara, entró a la habitación donde abrió cortinas y ventanas, luego se acercó a él y lo tumbó de la cama. Obviamente que el forastero tuvo una mala reacción, sin embargo Merlon le explicó que mientras más temprano salieran de su casa más tiempo tendrá de conocer Karmaland.
Refunfuñando se puso de pie y fue a bañarse, fue rápido ya que Merlon insistía en que debía apresurarse, al salir unos hombres altos y de peculiar nariz se le acercaron ofreciéndole ropas nuevas. Las prendas eran sueltas y le quedaban un poco grandes, lo único que era de su talla eran unas zapatillas rojas.
Más adelante el anciano personalmente le regaló un nuevo beanie, alegando que el que tenía sobre la cabeza ya estaba sucio y lucía muy maltratado, Quackity agradeció el gesto y en privacidad se cambió el gorro, era de color azul, un oscuro tono de azul.

Fue inquietante el ver que ésta prenda también le quedaba perfecta, como si Merlon supiera las medidas exactas de su cabeza.

Posteriormente ambos desayunaron sin la necesidad de charlar, la acogedora cabaña recibía poca iluminación gracias al claro del cielo. El firmamento volvía a tener esos tonos grises y melancólicos, el frío se sentía pero como ahora vestía adecuadamente era soportable; mientras comía miraba por las ventanas algunas aves que se apoyaban en los marcos, pudo escuchar algunos cacareos y el sonido de un riachuelo.

Todo el ambiente era pacífico.

Acabado el desayuno Merlon le dijo que esperara un momento mientras terminaba de alistar unas mochilas, apenas Quackity vió que el viejo venía cargando tres pesadas mochilas se dirigió a ayudarle para así salir de una vez de la vivienda.

Ahora, en tiempo presente, ambos ya estaban llegando a lo que era la entrada de Karmaland; un gran cartel estaba sobre una colina totalmente aplanada, era muy vistoso con colores llamativos de fondo y tenía el nombre del pueblo escrito en enormes letras naranjas.

- No te le quedes mirando demasiado, te dará vértigo.

- Es un poco raro ver algo tan llamativo en un pueblo donde parece que el sol no sale nunca.

Merlon se echó a reír - Apenas llegaste aquí Quackity, pronto entenderás y te acostumbrarás a Karmaland. ¡Vamos!

Merlon se adelantó, Quackity seguía examinando el cartel; estaba a nada de entrar oficialmente a Karmaland, su nuevo ser empezaría en un nuevo pueblo. Estuviera mintiendo si dijera que estaba ansioso por vivir en este lugar, lamentablemente, la historia era otra.

Dejando al cartel fue a seguir a Merlon, le impresionó lo rápido que avanzaba el viejo para su edad, tuvo que correr un poco para alcanzarle. Estando ya juntos pudo ver unas grandes construcciones; Karmaland no es lo que imaginó, en primera porque fue impresionante ver que a pesar de que tiene esa vibra rústica también tiene su toque moderno. Como evidencias tenía elementos y establecimientos contemporáneos, tales como: carreteras pavimentadas, farolas, vehículos de todo tipo y tamaño, y establecimientos cuya infraestructura variaba desde lo tradicional hasta lo contemporáneo.

- Este es el centro de Karmaland - Merlon apoyó su mano en uno de los hombros de Quackity - Aquí podrás encontrar todo tipo de servicio, tienda y cosas que puedas requerir.

- Es increíble - es todo lo que pudo decir antes de que Merlon lo arrastrara por el pavimento.

Mientras el anciano se encargaba de guiarlo pudo ver de a poco algunos de los locales y edificios; observó una vistosa comisaría, el hospital, un juzgado, cafeterías, muchos locales de comida y lo que parecía un casino.
Entraron por un pasaje alejado de todo lo moderno donde la naturaleza predominaba, el camino era de ladrillos, algo muy diferente al resto del pueblo; quedaron de pie frente a una iglesia, una de paredes blancas, vitrales con figuras y dibujos peculiares, de columnas grandes y que portaba una enorme cruz en el centro de toda la estructura.
Merlon se acercó a las puertas, agarró ambos aros que estaban frente a él y con esos llamó esperando a que se les abra.

BLOODY HEART [KARMALAND AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora