Relato 1

25 5 9
                                    


No seré cómplice













La tripulación de la nave espacial Tiamat había sido enviada a explorar una nueva galaxia. El viaje duraría varios años, por lo que la tripulación se mantuvo en criostasis durante gran parte del viaje. Pero cuando despertaron, descubrieron que algo había salido terriblemente mal.

La nave estaba infectada por una enfermedad extraterrestre altamente contagiosa y violenta. Los miembros de la tripulación que habían despertado primero habían sido brutalmente asesinados por los invasores infectados antes de que pudieran emitir una alerta.

A medida que la tripulación luchaba por sobrevivir y encontrar una forma de curar la enfermedad, descubrieron que la nave se estaba quedando sin oxígeno. A menos que pudieran encontrar una manera de recargar los tanques, todos morirían.

En medio del caos, la protagonista, una científica brillante, trabajaba día y noche para encontrar una cura. Finalmente, lo logró, y se dispuso a implementar la cura en toda la nave.

Pero justo cuando estaba a punto de inyectar la cura en su cuerpo, un extraño mensaje apareció en su pantalla. Decía: "El planeta que estaban buscando no era para la humanidad, sino para una especie alienígena aún desconocida". La científica se dio cuenta de que habían sido enviados a esta galaxia por una razón que aún no entendían.

A medida que la científica se adentraba en el mensaje, se dio cuenta de que la verdadera razón por la que habían sido enviados a esa galaxia era para infectar a los alienígenas con la enfermedad altamente contagiosa y violenta que ahora amenazaba su propia nave. Habían sido enviados allí para ser portadores de la enfermedad y propagarla en la galaxia.

Horrorizada por la verdad, la científica dejó caer la jeringa y miró a su alrededor a los miembros de su tripulación, que se acercaban a ella para recibir la cura. De repente, se dio cuenta de que no podía permitir que la enfermedad se propagara aún más. Decidió sacrificarse para evitar la propagación de la enfermedad. Con lágrimas en los ojos, activó el protocolo de autodestrucción de la nave, poniendo fin a todo.

Los restos de la nave fueron encontrados meses después, pero no se pudo encontrar ninguna explicación de lo que había sucedido allí. La verdad seguía siendo un misterio.













Nota:

Esto fue lo que le pedí a la IA:

"Hola. Escríbeme un relato corto de horror cósmico cuya trama ocurra en una gran nave espacial, la cual fue invadida por una raza extraterrestre infectada por una enfermedad muy contagiosa y violenta y que está a punto de quedarse sin oxígeno; y que al final ocurra un giro inesperado de guión cuando él o la protagonista crea que ya está a salvo".

La verdad, como es mi primera vez pidiéndole este tipo de cosas, me preocupé por ser un algo específico. No fue exactamente lo que le pedí, pero estoy satisfecho con el resultado que me dio.

¿Ustedes qué opinan sobre este relato? Me encantaría que comenten de la forma más sincera posible. Desde la amabilidad, claro. Tal vez, si me dijeran los errores que tiene este texto, pueda ayudar a la Inteligencia artificial a mejorar lo que consideren más pertinente.

Con ustedes, este fue el primer relato corto de este libro. Espero que lo hayan disfrutado.

¡Hasta mañana!

Relatos artificialesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora