Así estamos bien. Gracias.
Juan y Sofía eran una pareja joven que disfrutaba de la vida nocturna y de una buena fiesta con amigos. Esa noche habían salido a cenar y beber en un restobar de moda, y después de varias copas de vino, estaban bastante alegres y ruidosos.
Mientras caminaban por la calle en dirección a su apartamento, comenzaron a discutir y a burlarse escandalosamente sobre cómo sería su vida si tuvieran hijos.
"¿Te imaginas tener que cambiar pañales sucios y alimentar a un bebé llorón en mitad de la noche?" se rió Sofía, mientras se apoyaba en Juan para no caerse.
"No, no gracias. Prefiero seguir durmiendo hasta tarde y sin interrupciones", respondió Juan, mientras trataba de mantener el equilibrio.
Sofía siguió riendo y dijo: "Y luego tendríamos que lidiar con un niño malcriado que llora y grita todo el tiempo. ¡No lo soportaría!".
Juan asintió con la cabeza y agregó: "Además, los niños son muy costosos. ¿Cómo podríamos pagar por todas sus necesidades y aún así tener una vida social activa?".
Los dos siguieron discutiendo y burlándose de la idea de tener hijos, mientras se tambaleaban por la acera y llamaban la atención de la gente que pasaba.
De repente, se encontraron frente a una guardería y Juan señaló hacia el edificio. "¡Mira, allí están todos los niños que no queremos tener!", bromeó.
Sofía se unió a la broma y comenzó a hacer gestos exagerados de llanto y gritos mientras simulaba tener un bebé en brazos.
En ese momento, un grupo de padres y madres salieron de la guardería y los miraron con desaprobación. Sofía y Juan, sin darse cuenta de que habían sido descubiertos, siguieron riendo y bromeando mientras caminaban hacia su casa.
Al final, llegaron a su apartamento, se despidieron con un beso y se fueron a dormir, felices de no tener que lidiar con las responsabilidades de ser padres. Pero esa noche aprendieron una valiosa lección: nunca se sabe quién te está mirando y escuchando, especialmente cuando estás borracho y hablando demasiado alto.
Nota:
Antes de este relato que acaban de leer, le pedí otro relato corto de comedia. Pero no fue ni medianamente chistoso, pues pensé que la Inteligencia artificial tendría un poco más de imaginación.
Pero, con respecto a este relato actual, esto fue lo que le pedí a la IA: "Escríbeme otro relato de mediana [duración] de comedia que tenga como protagonistas y objeto de burla a una pareja de novios muy borrachos que salen de un restobar, a mitad de la noche, discutiendo y burlándose escandalosamente de cómo de pesadillesca serían sus vidas si tuvieran hijos".
Para mí, gran parte de la gracia se perdió al pedirle algo demasiado específico. Pero a la hora de leer el texto, sí me resultó muy agradable; y hasta un poco enternecedor.
De mi parte, eso ha sido todo por hoy. Espero que tengas un buen día. Espero vernos mañana.
ESTÁS LEYENDO
Relatos artificiales
AcakEn este último milenio, la humanidad ha avanzado enormemente en el campo de las tecnologías. Pero en esta última década, en lo que más nos hemos centrado es en el desarrollo y avance de las inteligencias artificiales. En este humilde apartado, les v...