Había una vez una mujer llamada Laura, quien había estado en una relación tóxica durante varios años. A pesar de que su pareja la había tratado mal y la había hecho sentir mal consigo misma, Laura había sido incapaz de dejarla debido a su miedo a estar sola.
Un día, mientras caminaba por el parque, Laura se topó con un hombre llamado Juan. Juan era amable, inteligente y divertido, y rápidamente comenzaron a hablar. Descubrieron que tenían mucho en común y disfrutaron de la conversación.
Con el tiempo, Laura comenzó a ver a Juan con más frecuencia, y finalmente comenzaron a salir juntos. A pesar de que al principio se sintió un poco incómoda al estar en una nueva relación, pronto se dio cuenta de que Juan era diferente a su pareja anterior.
Juan la trataba con respeto y amor, y nunca la hacía sentir mal consigo misma. Laura comenzó a darse cuenta de lo mal que había sido tratada en su relación anterior y se sintió agradecida por haber encontrado a alguien como Juan.
Con el tiempo, la relación de Laura y Juan se hizo más fuerte, y ella se dio cuenta de que se había enamorado de él. Aprendió que el amor verdadero no debería hacerte sentir mal consigo mismo o hacerte daño. En cambio, debería ser una fuente de apoyo, respeto y felicidad.
Laura se sintió agradecida por haber encontrado a Juan, y se dio cuenta de que el amor verdadero puede ser algo maravilloso cuando se encuentra con la persona adecuada. Aprendió que, aunque el camino hacia el amor puede ser difícil, al final vale la pena.