Cinderace fue llevado a la estación de policía, donde le tomaron sus huellas digitales y lo pusieron en una celda temporal. Estaba confundido y preocupado por su situación. ¿Cómo podía haberse metido en problemas por tener un chaleco antibalas? Él era un Pokémon, después de todo, no un humano.
Después de varias horas en la celda, un oficial finalmente entró y le explicó la situación. Resulta que el uso y posesión de un chaleco antibalas sin permiso es ilegal en la región, y como tal, estaba siendo acusado de un delito. Además, se descubrió que tenía una multa de tráfico pendiente, lo que complicó aún más su situación.