Cinderace se encontraba caminando por la ciudad cuando notó que varios policías se acercaban a él. De repente, los policías lo rodearon y lo empujaron contra la pared.
"¿Qué es esto?" preguntó uno de los policías, mientras señalaba el chaleco antibalas que Cinderace llevaba puesto.
"Es solo un chaleco para protegerme," respondió Cinderace.
"¿Tienes permiso para llevar eso?" preguntó otro policía.
"Permiso... ¿para qué?" preguntó Cinderace confundido.
"Es ilegal llevar un chaleco antibalas sin permiso. Vas a tener que acompañarnos a la comisaría," dijo el primer policía.
Cinderace intentó explicarles que no sabía que necesitaba un permiso para llevar el chaleco, pero los policías no quisieron escucharlo y lo llevaron a la comisaría.