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Al parecer la suerte de Barcode iba empeorando con el pasar de los días. Estaba bastante decaído ya que Satur no había estado muy activo últimamente, no hubo nada de noticias referente a la presentación especial que hizo, aunque la verdad estaba bien para él, así no se deprimiría aún más.

Debería trabajar en eso, deprimirse por situación fuera de su control pero era difícil. Barcode reiniciaba varias veces la página principal de Satur esperando que aunque sea un saludo le pusiera de buen ánimo pero seguía sin aparecer nada.

El moreno hizo un puchero soltando un pequeño lloriqueo echándose de forma dramática hacia atrás en su silla lo que causó que cayera de espaldas al suelo. Barcode se quejó aún más con su pequeño llanto gracias al dolor en su cabeza.

—No es un buen día para Barcode—dijo con voz triste.

Barcode suspiró largamente, se puso de pie y estaba por salir de la habitación para prepararse para ir a la universidad pero su celular recibió un mensaje, creyó que seguramente sería Ta o algo más pero en cuanto vio que no tenía el número registrado, le pareció extraño.

—Oh, eres tú—dijo en cuando leyó el mensaje.

Barcode frunció los labios, dudo un poco pero al final respondió con un saludo, arrojó su teléfono a la cama y salió de la habitación.

Mientras tanto Jeff se encontraba dando vueltas en la silla de su estudio, esperando a que Barcode respondiera, ni siquiera sabía porque estaba tan ansioso de que le respondiera si apenas se conocieron, no quiso parecer intenso y por ello mismo espero un poco para hablarle.

Aunque tenía una idea del por qué le daba curiosidad, Jeff sabía que era el hombre a quien Barcode tanto adoraba, era consciente de que sus fans lo querían y apreciaban, pero la forma en la que Barcode se expresó de él y su música le resultó muy intrigante.

Jeff frunció el ceño mientras los minutos pasaban y no recibía respuesta alguna, lo que lo hizo hacer una mueca con los labios, dejó su celular a un lado y tomó su guitarra tocando algunas notas en desorden sin poner atención al sonido que emitía.

—Debería decirle...

Un estruendoso sonido vino de la parte de arriba, el pelinegro rodó los ojos colocándose sus audífonos para no escuchar los parloteos de su hermano mayor.

Jeff levantó la vista cuando vio a su hermano acercarse a él con pasos fuertes y rápidos, lo vía mover la boca frenéticamente pero él no podía escuchar nada.

—¿No me estás escuchando, verdad?—masculló molesto.

Jeff solo le sonrió como respuesta.

—¿Sabes cuánto me costó hacer que todas esas personas accedieran a no decir nada de lo qué pasó?, vas a tener que disculparte con cada una de ellas—dijo con voz fuerte mirándolo con enojo.

—Claro—Jeff solo asintió sin tomarle importancia, quitándose los audífonos—Pero yo te lo dije

—¿Qué cosa?.

—Te dije que quiero seguir en el anonimato, no me importa que la gente sepa quien soy—respondió con voz firme mirándolo directamente a los ojos—Y basta con insistir en eso y organizar eventos sin decirme primero.

—Te comportas como un niño—replicó con el ceño fruncido—Yo solo me encargare de esto, no me vuelvas a meter en más problemas.

Jeff rodó los ojos, chasqueando y pellizcando el puente de su nariz, sabía que lo que hizo no estuvo bien, después de todo esas personas era quien lo admiraban y quienes lo ayudaron a ser lo que era. Pero Jeff no pensó en nada más que él en ese momento, por eso se marchó sin más, decidió ser egoísta solo por una vez en su vida.

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⏰ Última actualización: Apr 05, 2023 ⏰

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Anónimo        {jeffbarcode}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora