drabbles ★ gadri

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La brisa fresca desordenaba mi cabello.

El sonido de las olas chocando entre sí, creaba paz en mi interior.

Pablo, quien se encontraba acostado a mi lado, sobre la manta tendida en la arena, mantenía los ojos cerrados. Disfrutando de los ruidos característicos de la rocosa playa.

Observando el paisaje buscaba inspiración para dar la primera pincelada al lienzo en blanco que reposaba frente a mí.

Solía pintar a menudo, sin embargo, las últimas semanas la creatividad abandono mi cuerpo. Así que, junto a Pablo, decidimos visitar mi lugar favorito en el mundo, la playa. Con la intención de animarme y lograr un momento inspirador. Pero parecía que el plan no estaba funcionando.

Pablo se removió y logró desconcentrarme. Al parecer dormía, ya que sus labios estaban ligeramente abiertos. Sonreí, pensando en lo lindo que podía llegar a ser. No sólo físicamente, sino también en cuanto a los pequeños detalles en sus tratos hacia mí. Porque a pesar de estar cansado por sus estudios, quiso acompañarme a la playa, para según él «acabar con mis malos días».

—Amor —llamé y espondió con un quejido—, ¿quieres que vayamos a casa?

—¿Ya lograste pintar algo?

—Aún no, pero ya tengo algo en mente.

—¿Estás seguro? Puedo esperar un poco más.

—Sí, quiero que vayamos a casa, durmamos un rato y luego salgamos a cenar —Propuse, mientras recogía los materiales—. Como una cita.

—Acepto, siempre y cuando, me compres helado después de cenar —dijo, haciéndose el difícil—. ¿No me dirás que tienes pensado pintar?

—No tengo exactamente claro qué pintar, pero de lo que sí estoy seguro es de que será algo relacionado contigo —dije deteniendo mi acción—. Venir aquí funcionó, me hizo entender que mi felicidad y fuente de inspiración eres tú. No tengo nada que buscar.

—Mi yo de hace dos años, al que rechazaste no creería que ahora le dirías esas palabras —Se levantó del suelo riendo, extendiendo su mano para ayudarme a levantar.

—Mi yo de hace dos años temía, pero me alegro de que su vacío corazón encontrara su hogar —Sonreí antes de unir nuestros labios, como forma de plasmar mis palabras en su alma, buscando que no se borren de allí jamás y logre recordarlas cada vez que pueda alejarse de nuestro pequeño lugar feliz.