-¡Heeey! Te ves de maravilla hoy muchacho guapo eh- Dijo Emma, la enfermera de los niños. Corriendo hacia mi, dandome un fuerte abrazo que casi me revienta.
-No trates de animarme, estoy como siempre, es todo.
Emma entro a la habitacion dejandome un paquete con galletas que ella misma habia hecho.
-Tus favoritas- Afirmo.
Ella, se puso a ordenar la habitacion y a inpeccionar a algunos pacientes, siempre me miraba con una sonrisa, era tan dulce y simpática.
-Emma... ¿Porqué eres tan buena conmigo?- Pregunté.
-Debe ser porque eres mi pequeño, y te quiero mucho. Quiero que sepas que jamás te abandonare, pase lo que pase Emma estara aqui- Dijo sonriente.
Le sonrei y le di las gracias, luego me puse a pensar que si me adora tanto, entonces será la que mas sufrirá por mi partida. ¡Oh! ¡Emma, no , no era mi intención lastimarte!... lo siento.
Hoy en la tarde me trasladaron a otra habitación. estaba solo, sentado en mi camilla con mi guitarra. Queria escribir una canción, pero no estaba lo suficientemente inspirado. Algo me pasaba.
-¿will?- Escuche una voz llamarme. Voltie y vi a mi amiga Christin.
-¡Oh! Pense que ya no te veria- Dije algo sorprendido.
-Pero como dices esas cosas hombre.
Ya haz quedado calvo, no sabia si eras tú.
-Lamentablemente soy yo-Dije desganado.
Christin se sentó en una silla, tomo mi mano y me sonrio.
-¿Qué tienes?- Dije extrañado.
-Amigo Will, sé que piensas que dios te ah abandonado pero quiero que sepas que no es así. No te rindas jamás.
-¡¿Ves?!... todos me dicen lo mismo, todos me dicen que... que debo ser fuerte, que sanaré, No sé si entiendes pero moriré ¿sábes? Moriré. Si supieran lo dificil que es vivir con esto todos los putos dias.
Christin apreto aún mas fuerte mi mano y con una leve sonrisa me miro a los ojos y dijo:
-Hace tiempo tube una hermana.
Una hermana que tenia Leusemia igual que tú- Podia ver que los ojos de Christin poco a poco se estaban llenando de lagrimas y que su voz se quebraba un poco cada vez más- Ella pelio hasta el final ¿Sabes? Y si... Falleció. Pero a pesar de su enfermedad y de todos los pesambres que tenía, puedo decir que nunca dejo de sonreir y que jamás perdio esperanzas. Los ultimos días que estubo con nosotros fue muy feliz. Nunca le eh dicho esto a nadie, pues me hace mal hablar de esto- Christin se tapo la cara y lloro un poco.
Me senti mal, no sabia que habia tenido una hermana y que ademas tenia leusemia como yo, me sentia egoista, sentia que solamente me importaban mis problemas.
-No.. no... no sabia eh...
-Esta bien- Me interrumpio Christin, limpiando su cara y forzando una sonrisa- Ahora solo lo sabemos tu y yo. Esto pasó hace algunos años ya, ya no tiene importancia, Will.
Me sonrió y limpiando sus lágrimas me dio un fuerte abrazo, también la abraze fuerte, pudiendo sentir su dolor.
Hablamos por mucho rato. Christin me contaba de todo; de mis padres, de Bryan, de la preparatoria y hasta de mi ex novia.
-Después que enfermaste Laura no duró nada con el chico de Basquet.
Todos se reían de ella, en realidad era algo chistoso, la apodaron "La chica Hot ". Creo que lo engaño con un chico que conoció. ¡Amigo! ¿Qué te gustó de ella?
Ah y respecto a Bryan tubo una cierta relación Amorosa con una chica que se llamaba... haber deja recordar bien...¡Ah sii! Su nombres es Layla Novachick, es muy hermosa por cierto.
-¡Wuuuoojo! Christin- Dije entre risas- ¿Hay algo que no sepas, mujer?
-Mmmh... ya te eh contado todo- mirando su reloj- ¡Dios, que tarde! Creo que ya es hora de irme.
Cristin se para de su asiento, recoge su bolso y se dirige hacia mi para darme otro abrazo apretado.
-Mejorate pronto, te quiero- Dijo dirigiendose a la puerta.
Hablamos durante muchas horas, pero para mi no fueron nada.
Mis días en el hospital, sin mis amigos o parientes son eternos. Es todo lo mismo. Veo entrar y salir a gente accidentada o con algún problema, veo a niños o ancianos enfermos y hasta eh visto gente morir esperando una atención. Es horrible estar aqui. Desearia tomar el primer bus o avión que se me cruce e irme lejos de aqui, no me importa si este cancer termina conmigo en cualquier parte por ahí.
Se hizo de noche.
Estaba en la habitación mirando por la ventana como siempre, cuando de pronto escucho desde el pasillo a un niño llorar. Me asuste un poco. Como iba a ser posible que habiendo tanta gente no lo iban a ver.Camine en dirección al pasillo. Cuando llegue al marco de la puerta, asome mi cabeza lentamente para ver a ese pobre pequeño solitario. Al saber que solo era un niño, me hacerque hacia el; podia ver que estaba calvo como yo, tenia los ojos rojos de tanto llorar y se notaba tan asustado como yo.
-E, es..es estoy...so, solito y necesito e, e, ...encontrrar a mi , mi... ma..má- Me dijo con los ojos cerrados, sollosando- Ayudeme señor.
-¿Estás perdido?
El niño abrió los ojos y sonrió al verme calvo como él.
-¡Eres como yoo! Pero... ¿Porqué eres mas grande?
-Estoy viejo- Dije sonriendo- Dime, ¿Te perdiste?, ¿Buscas a tu mamá?, ¿Donde esta tu mamá?.
El pequeño recordo que habia perdido a su mamá y nuevamente se puso triste.
-Ah... en, en realidad no estoy perdido, solo extraño a mi mamá es todo.
Pero dime, ¿Porqué estas tan calvo como yo?
-Veras... tengo Leusemia como tú, solo que mas avanzado y no camino producto a la emfermedad, eso me debilita.
El niño se sento en una silla que habia por ahi cerca.
-¿Entonces estas mas enfermo que yo?
-Si, así es.
Hubo un breve silencio entre los dos, despues se un rato el niño volvio a hablar.
-Mi nombre es Sam y tengo Leusemia desde que tengo memoria. Los doctores y mis padres dicen que aún tengo mucho por vivir pero... se que no es así.
Tengo 8 años y puedo darme cuenta de lo que pasa con mi vida.
Sam era un chico extraordinariamente maduro para su edad, sabia exactamente todo de todo.
Su madre era una abogada exitosa y su padre un contador sin éxito, se divorciaron despues de saber la enfermedad de Sam.
Este niño lleva mas tiempo que yo en el hospital y no reclama tanto como yo.
