Hay días que es mejor no levantarse, probablemente es lo que toca, ojalá pudiéramos quedarnos en la cama y dejar que el mundo y los problemas sigan su curso pero no, no se puede.
Dicen que es de cobardes huir de los problemas, no podemos ser como avestruces y meter la cabeza en la tierra, pero a pesar de ello el cuerpo se queda fuera y por mucho que no veamos podemos seguir sintiendo.
Cuando somos niños y tenemos miedo nos tapamos con la manta hasta la cabeza y pensamos que estamos a salvo, que nuestra cama es nuestra guarida y que ahí nada ni nadie nos puede hacer daño, cuando somos mayores nos damos cuenta de que debajo de la manta los problemas siguen ahí pero todos queremos que esa manta siga protegiéndonos pero los papeles cambian, la manta se va y viene una persona, que hace de "manta".
Hoy quiero meter la cabeza bajo las sábanas, bajo la manta y hasta que la tierra me trague.
Sin manta, sin persona y sin avestruz aquí estoy, dando la cara.
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Historias corrientes.
RomanceA veces el ser humano tiene la necesidad de escribir lo que siente, de expresar lo que le atormenta o lo que le apasiona. En efecto es así por eso esto se llama "Historias corrientes" de un adolescente.