Draco estaba consiente de que sería una gran sorpresa el verlo con una muggle, en especial si se trataba de una Gryffindor y se llamaba Hermione. Pero realmente no le importaba en lo absoluto. Se había prometido a él mismo que cambiaría sin importar lo que se dijera de él a sus espaldas.
Cuando bajaron del tren, Draco no pudo evitar sacar su cámara muggle y tomar una foto del castillo desde la lejanía.
El castillo se veía tan imponente, misterioso y místico que merecía tantos retratos de su belleza a como fuese posible.
-¿Una cámara? -preguntó Hermione a su lado. -¿Dónde conseguiste una cámara?
-Pasé vacaciones con mi tía Andrómeda, quien está casada con un muggle y pues, ellos viven en el Londres Muggle y no pude evitar enamorarme de estos grandiosos inventos suyos. -Le mostró la cámara con algo de entusiasmo.
Hermione solo se podía preguntar cómo era que Draco Malfoy, el príncipe de las serpientes, heredero de los Malfoy y de los Black, hijo de la familia más rica de Londres, pudiese ser tan adorable e infantil a la vez cuando no actúa como un Malfoy.
-También traje un tocadiscos y unos cuantos libros.
-¿Puedo verlos?, Amo los tocadiscos y los libros.
Draco arqueó una ceja.
-¿Te gustan los libros?, Si no me dices no me doy cuenta.
Hermione bufó.
-Aveces olvido que estoy hablando con Draco Malfoy. -Se burló y por inercia le despeinó el cabello.
Draco se tensó un poco.
Okey, se había pasado, se hablaban bien y se podría decir que eran amigos, pero todavía no se tenían esa confianza.
-Perdón -se disculpó rápidamente. -Lo hice por inercia, ya sabes, soy una año mayor que tú y no pude evitarlo-
-No te preocupes.-Interrumpió. -No estoy molesto. -Hizo un ademán con la mano para restarle importancia. -Solo me tomaste por sorpresa. Mi prima Nymphadora suele despeinarme cada que tiene la oportunidad, así que estoy acostumbrado.
Hermione soltó el aire que no sabía que estaba reteniendo.
-Ya nos están llamando, hay que apresurarnos para llegar al castillo y cenar.
-Por supuesto.
Ambos caminaron juntos por todo el trayecto.
El camino de tierra estaba más suelto de lo usual, así que el polvo actuaba como neblina.
Pero eso solo lograba que el bosque se viese más poderoso de lo que ya era. Le daba un aura mística.
Así que tomó cinco fotos del paisaje.
-Estas obsesionado con tomar fotografías. -río un poco la chica.
-No es para tanto - de defendió Draco. - Solo lo fotografio porque es bonito y merece quedar inmortalizado en un trozo de papel. -refunfuñó.
Siguió tomando otras fotos hasta que llegaron a los carruajes.
-Ahora que lo pienso, ¿Por qué no estás con tus amigos? -preguntó Hermione.
-El señor Parkinson, la Señora Zabini y los señores Crabbe y Goyle prefieren que sus hijos usen la red flú para llegar a Hogwarts. -respondió distraídamente mientras le tomaba una foto al carruaje. -Podría decir lo mismo de tí, ¿Dónde está Potter y Weasley?
-En realidad no lo sé, no los he visto en ningún momento. -respondió algo triste.
Draco lo notó y decidió cambiar de tema.
-Oye, una duda. Eres muy inteligente, ¿Por qué no estás en Ravenclaw?
A pesar del obvio cambio de tema, la chica olvidó por un momento su sentimiento de soledad y charló con Draco hasta que llegaron al Gran Comedor, en el que se tuvieron que separar para ir a sus respectivas mesas.
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Photography
FanfictionDespués de pasar unas vacaciones en el Londres Muggle junto a su tía Andrómeda, Draco comienza su segundo año con una perspectiva diferente sobre los muggles y con ello llega su admiración a los inventos de ese mundo. En poco tiempo comienza a tener...