Las lagrimas del Demonio

Capitulo II

Odio

—Nunca pensé que de todos en la aldea, usted Tsume-sama, me diría algo así—, —¡No Naruto, no entiendes, si te quedas mas tiem...—, —¡¡No entiendo que¡¡, ¡¡que todos en la aldea me odian, que me desean muerto!!—, grito con gran odio y rencor, llenando su infantil rostro con varias lagrimas, no logro percatarse de que su apariencia estaba cambiando, solo Tsume pudo ver, que sus marcas en las mejillas se marcaban aun mas, aquella triste mirada comenzaba a ser ligeramente diferente, mientras se coemzaban a hacer mas grandes sus colmillos, esto era malo para ella, quien estaba muy cerca de el.

—¡¡Naruto, debes controlarte!!—, Iruka Umino, el sensei y el que mas se acercaba a ser la figura paterna mas cercana a naruto, grito sorprendido por la apariencia tan feroz de Naruto, preocupándose por su estado actual y por lo que le podia pasar a el, ya que el actual Hokage había convocado a todos esta mañana, incluso a Tsume, para que buscaran a Naruto, y era obvio que no tenia buenas intenciones, y sin mas, Iruka también lo estaba buscando, hasta haberlo encontrarlo en este estado.

—¡¡No!!, ¡¡ustedes son los que no entienden nada!!—, grito Naruto con voz quebrada, esta vez siendo rodeado por chakra color naranja, mientras este comenzaba a formar un par de colas, y la apariencia de Naruto cambiaba aun mas. —Debemos hacer algo, si lo encuentran en esta forma, no se que es lo que harán con el—, comento Iruka tratando de pensar en una solucion a este gran problema, Tsume asintió pensando lo mismo, estaba mas que claro que la situacion se estaba saliendo de control y pronto darían con ellos, y con un Naruto en ese estado, no se quería imaginar lo que pasaría.

—No tenemos mucho tiempo, Naruto en este punto ya no entenderá con palabras—, Tsume veía como Naruto estaba con sus cuatro extremidades en el piso, ya hace rato parecia no ser el mismo y claramente pensaba en atacar, preocupando a ambos ya que no querían herirlo. En ese momento, Iruka se acerco a el con pasos firmes y sin miedo alguno, el no creía que su estudiante lo atacaría, —Naruto, trata de controlarte, este no eres tu—, Naruto claramente escucho las palabras de su sensei, calmándose un poco al ver frente a el, la figura de Iruka. Sintió tanta tranquilidad al verlo que solo podia quedarse viendolo, mostrando como poco a poco dejaba de estar molesto, —Iruka-sensei—, dijo viendo en su mirada que ciertamente no quería hacerle daño, bajando su guardia frente a este, sintiendose seguro.

Estando enfrente de el, trato de extender su mano para tocarle el hombro, sabia que no tenia mucho tiempo, así que en cuanto toco su hombro, rápido se fue hacia su espalda abrazándolo con fuerza, —¡¡Tsume, no podre aguantar mucho tiempo, trata de noquearlo, tenemos que sacarlo de aqui pronto¡¡—. Naruto sin creer lo que estaba pasando, miro con miedo como era abrazado por la espalda por su sensei o como él pensaba, su padre adoptivo, queriendo salir de su agarre se movió violentamente pero un golpe en su mejilla lo hizo quedar en shock, dirigiendo su mirada hacia la persona que lo golpeó, logró ver como Tsume era quien lo había golpeado, esto solo lo hizo sentirse más enojado, pensado que aún estaba en su pesadilla.

—GGGHHAAAAAAAAA—, gritó con toda su fuerza envolviéndose en un chakra rojo mientras que varios de sus sentimientos se mezclaban, no quería lastimar a nadie, de un rápido movimiento logró salir de los brazos de Iruka, arrojándolo contra una pared, mientras le devolvía el golpe a Tsume que lo veía con una mirada de miedo.

—!!Espera Naruto, esto es por tu bien!!— grito Tsume con la esperanzan de que él entendiera, pero no fue así. Naruto ya con 3 colas formadas en su espalda, atacó a Tsume y a Iruka por igual, logrando controlarlo hasta cierto nivel, pero este se volvía cada vez más violento, mas agresivo, mas poderoso, lastimando a ambos quienes estaban preocupados por que estaban llamando la atención y pronto ellos vendrian.

—No podemos dejar que se lo lleven a quien sabe donde—, dijo Iruka ya preocupado al ver el desastre que estaban haciendo, —Pero que podemos hacer, no podemos hacer que se calme—, sin ideas que vinieran a la mente y con poco tiempo que les quedaba, Iruka tomo una decisión bastante arriesgada, pero esperaba que funcionara, —Intentaré ir de frente para distraerlo mientras que tu lo intentas tomar por la espalda para tomarlo de los brazos y intentar detenerlo—, Tsume asintió sabiendo cuan arriesgado ser tan solo intentarlo, pero tenía que hacer bien su trabajo, y sin más se alejó de Naruto mientras que Iruka comenzaba a distraerlo.

En tan solo unos segundo, todo fue en cámara lenta, Tsume con exito había logrado tomar los brazos de Naruto quien aun con todo su poder, carecia de experiencia ante ellos dos, pero nadie esperaba lo qué pasó. Iruka logró distráelo lo suficiente estando en la mira de Naruto, pero en cuanto este fue tomado por la espalda, las tres colas de chakra reaccionaron como si tuvieran vida propia, y apuntaron hacia la persona frente a él, insertándose en el cuerpo de Iruka quien estaba frente a frente con Naruto.

La vista no era nada agradable, Naruto no estaba en sus cinco sentidos, con su mirada llena de rabia y lagrimas en toda su cara, podía ver claramente la cara de sonriente de su sensei, su amigo, su padre, Iruka, quien cruzaba miradas con aquel joven lleno de confusion, Naruto siguió con la mirada el chakra rojizo que salia del cuerpo de Iruka, viendo como claramente la sangre pintaba de rojo el cuerpo perforado de su sensei, sorprendido levantó su mirada y se encontró con la mirada de Iruka quien no estaba agonizando, solo lo veia a el y solo a el. habia tantas cosas que se querian decir, pero con la mirada bastaba para mostrar sus sentimientos, hasta que NAruto pudo oir a un agonizante hombre que en ningun moento mostro dolor.

—Naruto...—, con sangre en la boca y una ligera sonrisa, Iruka miró cuanto había crecido aquel niño solitario y travieso, desde la primera vez que lo conoció, tantos recuerdos y tantas palabras que no se pueden decir, trato de pensar en las que desde hace mucho tiempo queria expresar, —Por favor.... cuídate.... y recuerda que estoy muy orgulloso de ti.... te quiero Naruto—.

Con lágrimas en los ojos, Naruto solo pudo ver como el chakra rojo se desvanecía y dejaba que el cuerpo de Iruka cayera en su propia sangre, por fin había vuelto en si, y cruelmente se había dado cuenta de lo que había hecho, —Iruka-sensei—, fue lo unico que pudo decir antes de que sintiera como una mano azotara su cara contra el suelo y varios kunais apuntaran directamente a su cuello.

—Buen trabajo al atraparlo Tsume-san, la muerte de Iruka no será en vano—, fue lo ultimo que escuchó Naruto al sentir como toda su energía era drenada, logrando ver solo el cuerpo de Iruka antes de que cayera inconsciente.