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La oscura noche le impedía ver el camino, la luces de su auto no iluminan la calle como él quiere y las cosas se le estaban complicando. Bajando por una calle, el coche comenzó a tomar velocidad, pero él tendría que frenar lo más rápido posible.
Todo era culpa por Frank, lo estaba forzando a escribir una historia y tendría que hacerlo rápido, le dio máximo 7 días y en ese corto periodo de tiempo no eran suficiente para una historia, cansado decidió alejarse para tomar inspiración, pero no espero que su destino sería impactar contra el árbol frente de él, porque las ruedas aunque frenaron, por culpa de la calle mojada resbalaron.
Boom
El choque contra el árbol no fue lo suficiente como para quitarle la vida, pero aun así fue doloroso, su vista era borrosa y se podía ver una línea roja fruto de la sangre de su frente que corría por su cara, al haber chocado contra el volante. Un sonido de sirena fue lo único en escuchar y sus ojos comenzaron a cerrarse, hasta caer desmayado.
Pasaron minutos, horas y no despertaba, pero pudo moverse, el dolor de cabeza era algo fuerte y sus ojos comenzaron abrirse lentamente, no tenía ánimos, pero tenía que hacerlo, al abrirlo completamente, pudo ver un techo de madera algo extraño. Intentó levantarse, pero sus fuerzas se desvanecieron, causando que vuelva a caer en la cama, pero tenía que intentarlo otra vez, y así pudo estabilizarse.
Sus ojos oscuros miraban el lugar en el que estaba, notando extraño el lugar y ambiente, pero no era tiempo de preocuparse más que su dolor intenso de cabeza que le hizo llevar sus manos a ella y sostenerla. Poco a poco se recompuso de nuevo y los recuerdos le llegaron, causando que se exalte y el dolor le alertara.
—¿Qué acaba de pasar? Demonios. —dijo para comenzar a levantarse y ver la habitación, la cama parecía que pertenecía a alguien infantil, ¿un niño? Quien sabe, pero da la sensación de que si.
Comenzando a caminar por la casa, notó que era pequeña, ya que después de salir de la habitación, estaba la sala y junto a unos metros la cocina, miro hacia su izquierda, notando una puerta de madera blanca que daba ilusión que sería la salida, pero antes.
Sonido del estómago.
Tendría que comer. Abriendo la nevera que estaba en la cocina, pudo ver que estaba vacía y no había nada, dio la vuelta para entrar a la otra habitación y están vacía, no había nadie en la casa y le resultaba extraño, además se veía todo tirado, como si entraron a robar.
—Mejor voy a buscar mi coche y ver en el estado que quedó y si tengo suerte me largo de aquí. —pensó y con una mirada de disgusto salió hacia afuera, notando la calle que estaba en buenas condiciones frente a la casa y las casas que eran mejores o iguales que en la que él estaba.
—Si no mal recuerdo, escuché el sonido de sirena, seguro fue la policía o la ambulancia, aunque lo dudo, que me trajo aquí. —habló para él, notó a dos chicas que le miraban raro y parecía que hablaban de él.
En realidad a él no le importó eso, solamente quería irse de aquí y ellas serían la solución para saber donde queda un policía cerca.
—Oigan señoritas. —llamó la atención de las chicas, pero, en cambio, recibió la huida de una de ellas. —¿Qué demonios, que hice?
La otra chica que se quedó respondió con una sonrisa. —Hola, señorito. —Sé, burló, pero de buena forma, el chico parecía notarlo, por eso se le acercó.
—Hola, mucho gusto, mi nombre es son goku. —Sé presentó y la chica le dio la mano.
—Mucho gusto son goku, me llamo caulifla —respondió con una sonrisa, aunque mostraba más confianza de lo normal, ya que se le acercó hasta el punto que parecía casi besar al chico.
