Capítulo I

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Cabe recalcar que este cap es más de socializar que otra cosa, pero pronto si va a haber más accionamiento del protagonista, mientras tanto, paciencia pliss <3

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James me dijo que lo encontrará en la biblioteca, ¿Dónde estará metido ahora?

¿Acaso no conoces a James? Probablemente se esté follando a una chava en los baños del segundo piso

La conciencia, la mejor amiga de cualquier persona, sí como no, díselo a la mía

—A, pero mira, creí que no vendrías. — Dice James una ves que entra en la biblioteca. —¿Cómo está mí querido amigo? — Es raro que le interese como estoy, pero da igual.

—Estoy bien, ¿Qué sé supone que querías? — Hablo sin rodeos queriendo llegar al punto de la conversación.

La última vez que hablamos fue hace unos días, cuando me dijo que siguiera soñando con que Jess me hablara y le dije que no habría nadie más raro que él, de allí no nos hemos dirigido la palabra, cosa que se nos hace muy fácil.

—Queria pedirte disculpas por lo que dije el otro día, quizás si tengas la oportunidad de que Jessica te hable. — Muy sincero para ser cierto, hay algo más detrás de lo que está diciendo. —También quería preguntarte sí podríamos volver a hablar, ya me aburre lo suficiente no tener a quien molestar durante las horas de clase... O todo el día realmente. — Y ahí está señores, lo que quiera decir desde un principio pero prefirió disfrazar con una disculpa.

—Bien, no tienes que disculparte, en parte tienes muchísima razón, y lo sé perfectamente bien. — Culminó lo que empecé a decir y me doy la vuelta para dirigirme a la puerta de salida, mientras tanto, él me sigue mientras dice ñoñerias.

—Oye, ¿Qué pasa con lo otro que dije? ¿Lo vas a ignorar? — Sinceramente tenía la intención de jugar un rato con los sentimientos del rubio, pero me fastidia mucho así que lo dejaré pasar. —Hey, Alex, te estoy hablando, no me ignores de nuevo. — ¿Ignorar? ¿Alguien me puede explicar cómo se ignora a alguien tan fastidioso como este ser?

—Te dije que bien, James. Deja de lloriquear que no es la primera ni la última vez que dejamos de hablar por tus idioteces. — Y ya, así quise dar por culminada la conversación... Hasta que el rubio saco otro tema al aire.

—Sabes... — Dejo lo que iba a decir en el aire y lo mire para que continuará con su nuevo diálogo. —Tengo algo que decirte, pero lo haré después. — Me encogí de hombros y seguí con mí camino mientras él me seguía.

Pasaron las últimas horas de clase y cada uno se fue a su casa, a pesar de que hice parecer que no, lo que James me tiene que decir me tiene algo intrigado, tengo curiosidad de saber que es, pero se que quiere que le ruege para que me lo diga y no pienso hacerlo.

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Después de salir del instituto vine a casa, me di un baño y salí al gimnasio, no dure mucho tiempo ahí, puesto que no había comido más que en sandwich con un vaso de jugo, cuando volví a casa me volví a dar un baño y me acosté a dormir después de terminar un trabajo del instituto.

Al despertar noto que la única luz que ilumina mi habitación es la de la calle, luz que entra por la ventana. Reviso mi despertador por inercia y son las 9:40 pm.

Decidí levantarme de la cama e ir a la cocina para buscar algo de comer. Baje las escaleras para ir a mi destino, allí ya estaban mi hermano y mi mamá.

—¿Hiciste tú tarea? — Fueron las primeras palabras que salieron de la boca de mi mamá al verme cruzar el umbral de la puerta.

—Sí, el resto las haré en lo que queda de semana. — Veo a mi hermano muy concentrado en su celular y sonriéndole a la pantalla. —¿Qué, ya me conseguiste una cuñada? — Sube la vista hacia donde estoy y me mira con cara de odio, mamá al oírme había volteado y se quedó viendo a mi hermano fijamente.

—¿Mí bebé ya no es un bebé? — Escuchar a mí mamá decir esas palabras fue la gota que derramó el vaso, y exploté en carcajadas.

—¿Por qué siempre son tan fastidiosos? — Alec tomo su teléfono y se fue subió la escaleras visiblemente enfadado... Al cabo de unos minutos se escuchó un portazo, supuse que era la puerta de su cuarto.

—No aguanta nada, pero te excediste ma. — Mencioné tomando asiento un banco de la cocina.

—No, solo fui realista, tanto tu cómo Alec son mí vida entera, y ambos están creciendo rápido, ¿Ya ves como tú hermano está sonriéndole al teléfono? Un día vendrá con su chica y nos la presentará y tú... Pronto entraras a la universidad y también traeras a alguna chica, por dios, me siento tan vieja... Pero estoy orgullosa de que sean unos niños buenos. — Mamá es sensacional y muy sentimental, es difícil que no te de aunque sea un poco de ternura o gracia lo que diga.

—Bueno, no se que puedo decirte ma, quizás no traigamos solo a una chica, quizás traigamos cinco. — Bromeó y mamá me ve con pánico. —Ma no pongas esa cara, solo bromeaba. —

—Con esas cosas no se juegan, Alex. Pero me alegra que estés siendo más animado y cariñoso. — Le hago una mueca, a lo cual recibo un leve golpe en el brazo.

—¡Hey! Eso duele. —

—Se que duele, tarado. — Auch, no sé si me dolió más el golpe o que me dijera tarado. —¿Por qué en vez de andar diciendo estupideces no agarras un sándwich y un jugo para comer? —

—Lo haré, tranquila. — Hago caso a lo que dice y agarro un sándwich y un jugo del refrigerador. —Bueno, madam, si me lo permite, me retiraré a mi habitación. —

—Adelante, caballero. — Me acerco a mamá y depósito un beso en su frente.

—Te quiero ma. —

—Sisi, yo también, ya ve. — Stricke two, eso sí dolió más que el golpe o el insultó.

Dejo a mamá en la cocina y subo hasta mi habitación, al entrar dejo el sándwich y el jugo en el escritorio y cierro la puerta.

—Antes de comer, me daré una buena ducha. — Soy de esas personas que se duchan lo suficiente para sentirse cómodos al hacer cualquier cosa.

Entro al baño con mi toalla y mi celular. Pongo mi playlist de música, para darme mí ducha de siempre.

Una vez que ya me estoy duchando mí celular empieza a sonar indicando que alguien me está llamando.

—¿Really? Justo ahora que me estoy duchando. — Razono minuciosamente si salir de la ducha y responder la llamada o dejarlo sonar hasta que la otra persona se canse de llamar. —Nada, sea quién sea le llamaré luego. — Y así sigo con mi ducha

Al final el celular dejo de sonar, salí del baño cuando termine de ducharme y empecé a comer mientras veía una película olvidando me completamente de devolver la llamada.

Lo Que Pudimos Ser y Nunca Fuimos || EN PROCESO ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora