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Una vez más me estoy sintiendo sola,
Soledad que se asoma en el ocaso,
Aquella que toca a mi puerta
Y saluda ocasionando daño a su paso
Llevándome a sentir un dolor enterrado.

Me forcé a no llorar, aprisionar el dolor
Soportar los nudos en mi garganta,
Mientras con voz fuerte y segura hablaba
Cuando mis manos temblaban sin parar.
Volvió.

No pensé que fuera tan pronto,
Ni tampoco tan fuerte,
Pero de apoco acabas con mi tranquilidad,
Aniquilas mi mente y me llevas al infierno,
Me hundes en la miseria sin dejar rastro.

Vuelves confiada en que aquel suceso,
Ese en un día tan importante,
Ayudaría a acabar conmigo.
Te aseguraste que mi corazón doliera,
Mis lagrimas se atiborraran
Y salieran sin parar,
Te percataste de cuantas heridas tengo,
Te encargaste de abrirlas una a una,
No dejas que sanen.

Viniste tan contundente y confiada,
Exquisita tortura que me consume,
Sutil ardor que agobia,
Te arrastras sigilosamente y me abrazas,
Me dejas dormida y me acompañas,
En mis sueños apareces y me tomas de la mano,
Me despiertas agitada y llorando,
Pesadillas dice mamá,
No son más que penas crueles,
Degradante cariño me tienes,
Soledad.

Catarsis y αλεξιθυμία  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora