VIII

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Se ha aferrado a mi alma un constante deseo de morir,
ese anhelo del cuerpo de dejar de respirar,
mi corazón de latir, mi sangre de recorrer cada vena de mi cuerpo.
No sé que me detiene,
aquello que me tenga aferrado a este mundo.

No encuentro fascinación por lo que hallo en mi,
mi alrededor o por quienes me rodean,
no encuentro el sentido de llorar por frustraciones vanales,
ni aquello que me progrese llegar algún día.

No deseo, al contrario... detesto tener esa
presión que reposa sobre mi futuro
y todo lo que conlleva trabajar por el.

Finalmente, anhelo profundamente encontrarme.
No sé si por cada letra que brota de mi ser
que reposa en este escrito, pero esperaré
aguardaré paciente a que ocurra.

Catarsis y αλεξιθυμία  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora