Capitulo 11: Mala espina

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Mono y Seven llegan al ascensor, y sin pensarlo, deciden presionar uno de los botones que llevaban a uno de los pisos superiores, las viejas y oxidadas puertas se cerraron lentamente, y cuando llegaron al final, Mono y Seven se pusieron a dudar su decisión de subir al nuevo piso, pero Mono le dijo a Seven que tenían que rescatar a Six, ya que ella era quien la había ayudado a llegar aquí. Seven se confundió inmediatamente, ya que el no había confiado en nadie más que en Mono debido a sus experiencias traumáticas que siempre lo terminaron dejando solo, por tanto, dudaba mucho de la decisión que Mono había tomado, ya que Seven no quería confiar en alguien en el cual no debería confiar. Sin embargo, Mono termino convenciendolo tras decirle que confiar en ella lo había llevado hasta allí, Seven aceptó forzadamente justo a tiempo para que las puertas del elevador se abrieran frente a sus ojos, Seven dio un paso afuera y salio del elevador unos segundos antes que su amigo, tras salir, miro a ambos lados, a su derecha, una pared pálida, casi derrumbada, nada la sostenía, y básicamente era cuestión de tiempo para que se cayera. A su izquierda una puerta abierta, Seven camino rápida y sigilosamente por la puerta, teniendo cuidado de lo que hubiese allí, tras la puerta había una habitación grande, con dibujos por casi todo el piso, y en el centro, un palo y una cuerda rota, también había un martillo cerca pero no había necesidad de usarlo por el momento, Mono y Seven siguieron derecho a una puerta al final de la habitación, sin embargo, aquella puerta estaba cerrada, y por más que Seven la intentase abrir, la puerta no abría. Entonces Mono tuvo una idea, una idea que a Seven le pareció bastante mala, Mono tuvo la idea de salir por la ventana y cuidadosamente, rodear el edificio por fuera mediante un escalón que había debajo de la ventana y que iba alrededor del edificio entero, Seven se nego, pero Mono no dejo que eso lo detuviera. Tomo toda su valentía, subió un mueble al lado de la ventana, la abrió, y salió. Seven estaba más que asustado por esto, pues acababa de ver a su amigo salir por una ventana, y sin pensarlo 2 veces Seven lo siguió.

Al salir vio su vida pasar ante sus ojos, debido a que estaban a 4 pisos de altura, ese edificio estaba hecho para esas criaturas gigantes, por ende, el tamaño del edificio incrementa para acomodar a aquellas criaturas gigantes. Camino por el escalón, el cual era relativamente ancho para su tamaño, hasta encontrar a Mono, que estaba tras la esquina del edificio, mirando a una parte del escalón rota. Mono, como siempre, hizo lo primero que se le ocurrió y salto hasta el otro lado agarrándose de una cuerda que se sostenía del techo, al aterrizar miro para atrás y miro a Seven paralizado por lo que acababa de ver, Mono lo llamo y le hizo una señal para que cruzará, y luego se fue caminando. Seven no quería quedarse atrás así que corrió y saltó, tras aterrizar, se dio cuenta de que tenía que seguir derecho, y acompañar a Mono por más de que Mono tuviese una falta de sentido común inmensa, ya que era importante para Mono rescatar a Six.

Seven corrió para alcanzar a su amigo quién había atado una cuerda al techo para escalarlo, Mono volteo y miro a Seven por un segundo, luego prosiguió a subir. Seven, sin quedarse esperando a una señal, siguió a su amigo hacia el techo de la escuela.

Tras una escalada forzosa, Seven llegó al techo de la escuela, el cielo era oscuro, y no habían rayos de sol que doblegaran la oscuridad. En el centro de el horizonte había una torre enorme con una luz morada que provenía desde la punta de la torre y que iluminaba sobre toda la cuidad, todos los edificios alrededor se deformaban hacia la torre previamente mencionada, era un paisaje simplemente impresionante y terrorífico. Tras apreciar el paisaje Seven volteo hacia su amigo el cual estaba mirando detenidamente una rejilla que daba a una habitación debajo, Seven se acercó para ver que era, y Mono le explicó que era...

La profesora...

Aquella criatura de pesadilla que le había hecho sufrir tanto, Seven le aseguro que no se preocupara, ya que mientras no los viera todo estaba bien. Seven tenía razón " mientras no los viera" sin embargo, los oyó desde la habitación y extendió su cuello para alcanzarlos, rompiendo la rejilla en la que estaban parados. Para su suerte, no callejón a la habitación y siguieron en el techo corriendo, sin embargo, la profesora estaba detrás de ellos pisandoles los talones, Seven y Mono siguieron corriendo hasta que vieron el final del edificio, con miedo, saltaron hacia el escalón del otro lado del edificio que era como por el cual habían llegado, vieron una ventana abierta y entraron sin pensarlo 2 veces dejando la ventana cerrada detrás de ellos. La profesora, al notar su desaparición, se calmó y volvió a donde estaban. Seven oyó un fuerte ruido, como si se hubiese roto una vasija de cerámica, al voltear, Seven vio a su amigo, que con martillo acababa de destruir a los niños de cerámica que se encontraban en la habitación. Despues de esto, Mono tomo el martillo y empezó a golpear una tabla de madera en la pared que tenía atada una cuerda que estaba hasta el techo a la que estaba atada figura humanoide más o menos del tamaño de Seven y Mono. Una vez la tabla se rompió, se soltó la figura humanoide que resultó ser una niña, Mono volteo hacia Seven y le explicó que ella era Six.

Six sin decir nada, se levantó y prosiguió a caminar hacia la ventana, llamando a Mono para que la ayudará, Mono subió sin hacerse esperar, y Seven se quedó abajo. Desde el primer momento, Six le dio un mal presentimiento a Seven, y no estaba seguro si era alguien en quien confiar. Sin embargo, no había tiempo para pensar, ya que se escucharon pasos desde el otro lado de la puerta de el lugar en el que estaban, No había duda, era la profesora, sin embargo, el aura de la habitación se distorsiono, y parecía que el mundo estuviese en un televisor que no funcionaba bien. Cada vez el efecto era más fuerte. Era imposible que fuese la profesora, y no habían visto ese tipo de comportamiento antes, nadie supo que criatura hubiese podido estar tras esa puerta.
Pero nadie quiso descubrirlo por si mismo, por ende, todos salieron por la ventana lo más rápido que pudieron sin mirar atrás, sin embargo Mono sintió esa sensación como familiar, como si la hubiese sentido antes, aún así, sin más pensar, salto por la ventana. Los tres cayeron a un techo que había debajo, y corrieron lo más rápido que pudieron, sin mirar atrás.

pequeñas y no tan pequeñas pesadillas 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora