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Llegué a mi puesto de trabajo a las 20:30 de la noche. Luego de saludar a todos mis compañeros, entre al baño y me puse mi uniforme; consistía en una remera blanca pequeña, pantalones cargo y un delantal negro. Me hice unas trenzas a los costados de mi cabello negro. Cuando creí estar lista, me miré al espejo y sonreí, me sentía linda. Un pensamiento algo traicionero se me cruzó por la cabeza, "quieres verte linda para Alex". Ignorando mi estupida cabeza, salí del baño y me dirigí a la barra.

-Hola, cómo estás? -Levante la mirada y vi a mi compañero Michael, era un gran muchacho.

-Hola Mike, bien y tu?. -Mientras Lila y Michael mantenían una agradable conversación, en la otra parte de la ciudad estaba Alex tocando su guitarra. Tenía su cuaderno abierto con garabatos, solo se le ocurrían estupidas frases, demasiado cursi se creía.

Estuvo pasando el tiempo con su guitarra hasta que vio la tan esperada hora., 12:15. Se levantó y comenzó a vestirse de una forma apropiada, se miró al espejo y se sintió bien. Quería verse bien para Lila, siempre buscaba una forma de tratar de sorprenderla, aunque sea el mas mínimo detalle. Algunas veces se sentía un idiota enamorado, estaba enamorado? Si. Pero tenía miedo, miedo al rechazo.

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Luego de haber terminado mi conversación con Mike y que me haya contado sobre toda su familia. Comencé a atender a mis clientes. Hoy sentí que iba a ser un buen día.. o eso creí.

-Deme un whisky -Alce la mirada y vi a un hombre robusto, de muy mala cara. Trate de ignorar su extraña actitud y puse mi mejor sonrisa falsa.

-Claro, hoy viernes esta marca de whis..

-No te pregunte, dame mi whisky. -exclamó interrumpiéndome.

-Lo siento señor, pero la primer regla de este bar es ser amable y usted no lo está sien...

-Escúchame niña! -me gritó golpeando la mesa.-Hoy no tuve un buen día, solo te pedi un maldito whisky! no seas estupida y sírvemelo. O acaso no sabes? es solo verter el maldito líquido en un maldito vaso.

-Ss si, lo siento. -con los ojos llorosos comencé a servirle su maldita bebida. -Aquí tiene.

El hombre miro su whisky y bebió un largo trago. -Esto es asqueroso! -Observé como escupía el líquido en el vaso de nuevo y me lo devolvía de mala gana. -Eres tan torpe que ni sabes servir una bebida que ni tienes que preparar. Eres torpe, niña tonta. -Vi como se levantaba y se iba. Jamás me sentí tan humillada. Observe a mi alrededor y había algunos clientes que miraban la escena y se reían. Sólo se que no aguante mas y me fui corriendo al baño.

Al mismo tiempo que todo eso sucedía, Alex entraba plácidamente al bar pero frenó su paso cuando vió como Lila salia corriendo al baño. Automáticamente salió detrás de ella.

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Toque la puerta del baño esperando a que me respondiera. -Lila, soy Alex.. ¿Puedes abrirme?.-espere solo 5 minutos para empezar a oír como quitaba el seguro y la abría lentamente. Vi su cara y tenía todas sus mejillas rojas y lágrimas. Algo dentro de mi se removió, no me gustó nada verla asi.

-No te preguntare que paso -dije mientras entraba y le ponía seguro a la puerta. Ella no dijo nada pero se tiro a mis brazos. Le devolví el abrazo mientras le acariciaba su hermoso pelo. -Tranquila, estoy aquí y no me iré hasta que me lo pidas tu.

-Un hombre me hizo sentir mal y me siento tonta por haberme puesto asi y no defenderme. -habló en mi pecho mientras sollozaba despacito.

-Lila.. -exclamé mientras me separaba un poco de ella. Tenía mis manos en su cintura y ella elevó las suyas rodeando mi cuello. Me miraba con esos ojos celestes llorosos.. quizás me arrepienta de la cursilería que voy a soltar en unos segundos pero debo decirlo. -Me acabo de dar cuenta que me derrumbo completamente cuando te veo llorar. Así que por favor, devuélveme esa hermosa sonrisa que tienes. Ella rió por lo bajo.

-Alex.. gracias por estar para mi, a pesar de solo vernos una vez a la semana. Te siento conmigo siempre.

Tragué saliva y me quede observándola hasta que ella se puso de puntitas y me dio un suave beso en la comisura del labio.

-Debo volver. -dijo mientras se separaba de mi. Antes de salir por la puerta se dió vuelta y me dijo -Lo de siempre?
Sonreí. -Si, lo de siempre.

Bloody MaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora