Cartas que no deben llegar a Wednesday Addams.

Frío que da calor.

¡Hola hermosa enana gótica!

Perdona la confianza que me tomé al describirte así, pero enserio, enserio ¡Enserio estoy tan feliz! Y aunque lo viviste junto a mi (si estaba feliz por algo, es porque estabas ahí, eso es obvio) te lo relataré a lujo de detalle, de igual forma, no deberías tener motivo para leer esto.

Por primera vez en días, tu trenzado cabello se hizo presente en la habitación en un horario no escolar, a lo que mi sorpresa se manifestó en grande y se multiplico al triple al ver tus ojos comerme viva y vomitarme en forma de una cachorra horriblemente roja del rostro.

"Mantén tus planes libres después de las nueve pm, requiero de tu presencia."

Fueron las palabras exactas con las que me hablaste antes de dejar una pala sobre la duela de madera del piso, no te negare que quede angustiada ante las palabras y aún más, ese perturbador acto.

Vale, te seré sincera, no estoy orgullosa de mi, sé que debí de mantenerme más firme en mi decisión de no ayudarte a menos de que me dijeras que haríamos y una disculpa por ya ni siquiera notarme en la habitación, pero es un tanto imposible cuando resoplas de esa tierna manera y me dices "Enid, enserio, necesito tu ayuda."

¡Vamos, Addams! ¿Cómo está canina perdidamente enamorada podría decir que no a esas palabras? Así que eso solo desencadenó a tenerme caminando por un cementerio de noche y terriblemente atemorizada.

Pensé en preguntar otra vez acerca de nuestros motivos ahí, pero se muy bien que es inútil hacerlo así que formule otra pregunta enfocada hacia cuál sería la ayuda que podría brindarte, me diste un pedazo de tela y me pediste olfatear hasta encontrar el resto del olor.

Dejemos esto bien claro, estoy en un cementerio, con una pala en la mano, un pedazo de tela en la otra y con el objetivo de hallar el resto del olor ¡¡Querías desenterrar un maldito cadáver, Addams!! No sé porque no esperabas que me negara rotundamente y empezará a caminar de regreso a la habitación, obviamente, me seguiste tratando de devolverme a nuestra ruta y yo protestando con la voz cortada gracias a los nervios.

Analice la situación un segundo y me di cuenta, que no lograría convencerte, eras tan densa como la niebla de lugar, así que con esta en mente y a punto de hiperventilar te hice una propuesta que parecía imposible para mí.

"Toma mi mano y dirige nos a dónde indiqué."

Esperaba que me dijeras que me fuera, te fueras tu o que me ignoraras solamente, pero confundida preguntaste porque, ahí me di cuenta que mi ansiedad me genera malas pasadas, ni siquiera cruza por tu cabeza que estoy inundada de necesidad por ti.

Cómo pude entre tartamudeos te di la escusa de que así me concentraría en olfatear y no en tratar de ver entre la niebla, paraste un segundo a pensar y lo sé por como volteas a ver a otro lado detenidamente.

Y oh mi dios, aún no lo puedo creer, enserio, siento que todo fue un sueño tonto de mi alucinante mente pero solo asentiste y...

Tomaste firmemente mi mano en la tuya.

¡Se que no lo puedes ver pero ahora mismo estoy gritando de emoción! ¡Estaba a punto de desmayarme ahí, cuervo de mis ojos! Deje de pensar por no segundos, ¡Minutos! Te daría un coraje tan grande si lo supieras (Lo bueno que no lo sabrás) pero nos lleve en círculos por cinco minutos antes de poder regresar el sistema operativo a mi y seguir el rastro con esencia a café que me ordenaste.

Ay, Willa, ¿Acaso eres una bruja y no me lo dijiste? Porque pareciera un hechizo lo que padezco, uno de total rendición a cada sutil detalle tuyo, te juro que puedo recordar cada línea que hay en tu mano, cada doblez que hay en tus falanges, cada textura de tu dorso y como podría dejar fuera está lista el cálido frío de ellas.

Es tan extraño, Wed, tu mano estaba completamente helada, si no fueras tu podría pensar que algo estaba mal, pero ya no es necesario decir que va en tu estilo. Era tan fría pero a la vez calentaba la mía de una manera bestial, Era un frío que quemaba mi alma.

Cómo todo lo bueno (parece ser) todo acabo rápido, halle la tumba que querías y te deje el resto de la misión, mientras aún sentía un hormigueo en mi piel al sentirte en mi, y eso que solo era tu mano...

Que sea algo soñadora, que te ame tanto y estar atolondrada por tu mano en la mía me hizo pensar que cuando acabarás tomarías mis manos una vez más pero obvio no pasaría, solo seguiste de largo y te seguí con una sonrisa.

¡¿Ahora entiendes porque estoy tan feliz, Willa linda?! Es como wow, increíble, hace unos dias lloraba sobre tu máquina de escribir y ahora me imagino sin parar que automáticamente cuando vayamos juntas pidas mi mano para guiarnos. Ahora me notaste nuevamente, me pediste ayuda para tus cosas raras ¡E incluso accediste a tomar mi mano! Es completamente las cosas de las que me queje en mi carta prohibida anterior, que loco ¿No?

Espera un momento...

No, no, no, Willa, por favor no, dime qué no, ¡Dime qué no la encontraste! No puede ser, probablemente lo hiciste, y como soy tan ridícula me diste motivos para escribir otra y esta vez poder humillarme de peor manera.

Dios soy tan imbécil, ¡¿Cómo no pensé en que la encontrarás?! Quiero llorar, quiero llorar tan fuerte que me desmaye y olvide toda esta mierda. Por favor, Wednesday, por favor no me odies ¿Sí? No te molestaré con estás tonterías nunca, ni siquiera te pediré nada jamás, solo no me odies, por favor, Willa...

Necesito calmarme, mi terapeuta me dijo que no podía pasar por estás situaciones ¡Y ahora mi crush sabe de esa penosa y tonta carta!

Muy bien, mierda, Wednesday, por favor, espero que no hallas leído nada de esto ni de lo anterior, pero si lo hiciste y si alguna vez, por un mínimo segundo te importe, estaré bajo la estatua de Edgar Allan Poé mañana después de clases esperando...para lo que decidas hacer conmigo, sea lo que sea, si crees que lo merezco, lo recibiré sin reclamar, Prendeme en fuego con tu caliente frío si quieres.

La estúpida loba tuya, Enid.