La vida de Marinette había cambiado, y para siempre, debía acostumbrarse a una nueva vida como madre y esposa, por qué de ahora en adelante siempre será así
Pensó que ser madre no sería tan agotador como todos decían, pero el poco tiempo que había pasado con su pequeña familia, habían sido muy cansado
Aún que la imagen que tenía antes sus ojos, su pequeña princesa durmiendo profundamente mientras sostenía una mecha dorada de su padre, quién al parecer también estaba en un profundo sueño, no tenía precio, era simplemente perfecta, los amaba, con toda su alma, pero...
No lo negaba, está no era la vida que ella en el fondo anhelaba, quería pasar todo el día haciendo nada, ir de fiesta, pasarla con sus amigos, divertirse.... Después de todo aún era una adolescente de 18 años aprendiendo a tener una vida de adulto, si tan solo....
-buenos días mi lady, en qué tanto piensas?- dijo aún con los ojos cerrados- me estas mirando mucho, tu esposo es muy guapo ¿No?
-que susto- se sobresaltó- pensé que estabas dormido-
-ja, no puedo despertarme aún del todo, alguien me tiene agarrado de las mechas y no me deja moverme, que hora es?
Marinette sonrió con ternura
-Es temprano, apenas son las seis de la mañana. Emma y tú estaban teniendo un profundo sueño -le respondió.
Adrien abrió los ojos lentamente, sonriendo al ver a Marinette y a su hija. Se incorporó, acariciando con suavidad la mejilla de Emma.
-Definitivamente, no hay despertar mejor que este -comentó Adrien, mirando a Marinette con cariño.
Marinette asintió, aunque una sombra de melancolía cruzó sus ojos. Adrien notó la expresión en su rostro.
-¿Pasa algo, mi lady? -preguntó preocupado.
Marinette suspiró antes de responder.
-No es que no ame a nuestra pequeña familia, Adrien. Pero, a veces, echo de menos la libertad de ser simplemente una joven de 18 años. Extraño la ligereza de no tener responsabilidades tan grandes. Es más ni siquiera he vivido mi vida de adolescente porque desperté de un coma, y siento que me he perdido muchas cosas.
Adrien acarició suavemente la mano de Marinette.
-Lo entiendo, Mari. Pero también sé que eres increíblemente fuerte y capaz-susurró- Juntos superaremos todos los desafíos. ¿Qué te parece si este fin de semana sales de fiesta con tus amigas y yo me quedaré con la bebé? Necesitas un momento para ti.
Marinette sonrió ante la propuesta.
-Adrien, ¿estás seguro?- preguntó
Él le dio otro beso suave.
-Totalmente. Te lo mereces, y yo me encargaré de todo aquí. Quiero que disfrutes y recuperes esos momentos que te has perdido.
Marinette le abrazó con gratitud.
-Tienes razón, Adrien. Gracias por entender.
Adrien sonrió para luego volver a besarla
Emma, con sus pequeños y curiosos ojos, decidió unirse a la escena, riendo alegremente mientras Adrien y Marinette compartían ese tierno momento.
- Parece que alguien quiere ser parte de la conversación - comentó Adrien, levantando a la risueña Emma en brazos.
Marinette sonrió, acariciando suavemente la cabecita de la bebé.
- Creo que nuestra pequeña quiere unirse a la charla de adultos- Adrien le dedicó a Emma una risa cariñosa- Bueno, ¿qué opinas, Emma? ¿Mamá debería salir de fiesta este fin de semana?
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Nuestro pequeño mejor error
Novela JuvenilMarinette y Adrien llevan 3 años de novios se aman mucho pero.. cometieron un gran error .... tendran que afrontar las consecuencias ¡es un trabajo dificil! que van hacer con un bebe a estas edades ..... -felicidades ustedes van a ser padres- -la...