3

437 34 5
                                    

Muchos de vosotros pensaréis que soy una mala amiga, ¿quién se enamora del novio de tu mejor amiga? Bueno hace un tiempo como 3 o 4 años, solo éramos Stu, Billy y yo, bueno y mi hermano aunque el siempre ha ido más por libre. Hacíamos todo juntos, nos conocíamos desde que nacimos, nuestras madres se hicieron amigas en el hospital y todo iba genial, luego la madre de Billy abandonó a su familia y se separó un poco de nosotros, seguíamos siendo amigos pero estaba distante y salía muy poco de casa.m Eso hizo que inevitablemente Stu y yo nos hiciésemos mas cércanos, estábamos todo el día juntos todo lo hacíamos juntos. Siempre me había parecido guapo pero al estar tanto juntos había cambiado mi forma de verle, ya no le veía como el niño que siempre se manchaba comiendo los macarrones de mi madre, que se caía cuando íbamos al campo y siempre se reía de mis desgracias. Empecé a verle como el chico que me ayudaba cuando no me sentía a gusto conmigo misma, que me quería aunque yo no lo hiciese y fue la primera persona que supo sobre mis problemas con la comida y con mi autoestima. Siempre estuvo ahí, cuando lo necesitaba y cuando no. Él sabía que me gustaba, se notaba desde lejos, aunque él nunca dijo nada teníamos esa conexión especial y siempre supe que al principio era correspondido.
Sid y Tatum ya eran amigas antes que yo me uniera. Inicialmente se acercaron a hablar conmigo porque a Tatum le gustaba Stu y quería que la ayudara a acercarse a él. Recuerdo en ese momento que todo el mundo se me paró, ya sabía a quién iba a elegir aunque no quisiese admitirlo en ese momento lo supe desde el primer momento. Aunque en aquel entonces yo estaba convencida que a Stu le gustaba lo mismo que él a mí pero que equivocada estaba. Lo que nunca llegue a entender fue porque hizo las cosas como las hizo.
Una tarde de verano estaba tirada en mi casa sin hacer nada, Tatum se había ido de vacaciones fuera de Woodsboro y Sidney estaba en casa de su abuela pasando el día. Desde que Tatum y Sidney se habían unido al grupo pasaba cada vez menos tiempo a solas con los chicos, sobretodo con Stu ya que estaba demasiado pendiente en mirarle las tetas a Tatum como para pensar en algo más. Pero esa tarde decidió aparecer por mi casa, me extrañó porque pensé que venía a por mi hermano cuando en realidad había venido por mí. "Hola" dijo desde el marco de la puerta, se le había olvidado completamente las pintas que llevaba y se me había olvidado quitarme el moño totalmente desecho después de haber estado dos horas tirada en la cama y mis pantalones cortos que eran de mi hermano que me quedaban enormes y se me caían. "Hola, pasa" dije roja como un tomate por como iba vestida, no esperaba su visita. "¿Haces algo esta tarde?" "Si, ¿qué quieres hacer?" "No sé, ¿cogemos una de las cervezas de tu padre y nos vamos a nuestro sitio?" "Vale, voy a cambiarme y arreglarme un poco u bajo" "Okay" fue lo último que dijo antes de que subiese corriendo las escaleras. Me puse unos vaqueros cortos, un tank top blanco y una chaqueta de mi hermano. Me eché un poco de base, corrector, rímel y un poco de colorete para no parecer un fantasma. Cuando bajé le vi tirado en el sofá mirando al techo distraído, "Ya estoy" "Por fin mujer, ¿qué coño hacías ahí arriba?" "Ay ya deja de quejarte pesado".
Cuando llegamos era ya casi de noche pero no nos importaba, casi lo preferíamos que si no hacía mucho calor. "¿Nos sentamos aquí?" "Si, vale" nos sentamos y abrimos las cervezas, estuvimos un rato en silencio, no sabia que decir, habíamos estado varias semanas sin hablar y era un poco incómodo. "¿Qué tal con Tatum?" "Bien" "Es muy buena chica, me gusta para ti" "Si, es maja y tiene unas buenas tetas" "Eres un cerdo tío" Dije mientras me reía y le pegaba en el brazo. No dijo nada simplemente se me quedó mirando, estuvimos mirándonos durante un rato hasta que me giré a mirar hacia el frente. Estaba apunto de hablar cuando me cogió del mentón y juntó sus labios con los míos. No me creía lo que estaba pasando, después de tanto tiempo no me podía creer que la persona de la que estaba enamorada me estuviese besando. Cuando salí de mi shock le correspondí el beso. El me cogió de la cintura indicándome que quería que me pusiese encima de él profundizando el beso, cuando se separó se me quedó mirando como si estuviese intentando memorizar cada rasgo, cada imperfección de mi cara. "¿Qué?" dije con una estúpida sonrisa en mi cara. "Eres lo mejor que me ha pasado en la vida Alex" "Solo lo dices porque nos acabamos de besar" "No, no, de verdad lo eres". Lo único que podía hacer ahora mismo era sonreír. "Tu también eres lo mejor que me ha pasado Stu".

En la vuelta a casa ninguno de los dos dijo nada ni sobre el beso ni sobre nada, no había tema de conversación es como si ya hubiésemos hablado de todo. Cuando llegamos a mi casa nos quedamos como un minuto sin decir nada los dos mirando al suelo, ninguno sabía muy bien que decir. "Que pase buena noche señorita" dijo besándome la mano mientras se alejaba hacia la oscuridad que envolvía a esa calurosa noche de agosto. Cuando finalmente le había perdido de vista fue cuando entre a casa, tenia una sonrisa que sentía que no se me iba a quitar ni aunque me diesen una hostia en toda la cara. "¿A qué viene esa cara de tonta" "Joder Randy qué susto, a ti que te importa" "Solo preguntaba" dijo encogiéndose de hombros dirigiéndose a la cocina. Subí corriendo a mi cuarto y cerré la puerta tirándome en la cama mirando al techo. Menuda noche.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 19, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Happiness is a butterfly // Stu MacherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora