:]
De una vez aclaro que las edades estarán muy cambiadas, por lo tanto están súper funables.
Para hacer esta temática, en si me base de un juego super subido de tono que trataba de esto(aún que no recuerdo cómo se llama, el chiste es que en el jueg...
Corrió y corrió lo más que pudo, los niños que llevaba en brazos eran bastante pesados; pero no podía detenerse, sentía que si lo hacía en cualquier momento aquellos tipos lo atraparían.
-Vamos Quackity, sigue corriendo por el bien de los chamacos!!-
Se decía a si mismo, pero sus piernas parecían ya no responder bien. Para su suerte se encontraba en el lugar de un principio donde se supone esperarían a Illo, así que bajo a los tres infantes dejándolos en el suelo, y sin más se dejó caer bajo un gran pino. Los tres pequeños se acercaron a el pato y se acurrucaron junto a él.
-Ya paso, ya paso-
Repetía aquello en un intento de tranquilizar a los niños, quienes temblaban aún acurrucados. El único que parecía estar a nada de romper en llanto era el pequeño Titanicus, sus orbes verdes cual par de esmeraldas se notaban cristalizados, pronto un hipido se escapó de la boca del infante; mismo que segundos después rompió en llanto.
-Mami!!!-
Gritaba en compañía del montón de gotas saladas que resbalaban sin control alguno desde sus orbes hasta su mentón. El omega se asustó un poco ya que jamás se le enseño a tratar a un niño, y menos aún si este se encuentra en llanto.
-Titanicus, tranquilizate por favor-
Hizo el absurdo intento de pedirle al pequeño que se calmara, pero como era de esperarse no obtuvo algún resultado. Como última opción lo tomo en brazos poniéndolo sobre su regazo y abrazarlo, acariciando la cabellera del pequeño Titanicus, al mismo tiempo que empezaba a soltar un poco de sus feromonas.
-Vengan, acérquense que Titanicus no se siente muy bien-
Le hablo a los dos pequeños hermanitos, que se encontraban ya unos centímetros apartados del mayor, a lo que sin decir nada hicieron caso; se acercaron uno por cada lado envolviendo al pato y a Titanicus en un abrazo.
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-Dejenme ir, mi hijo me necesita!-
Y ahí iba de nuevo el híbrido de enderman(?), usando aquello como justificante para las acciones que lo llevaron a todo aquel lío.
-No lo sé, más bien creo que esos críos eran niños del omega ese. ¿Tú que opinas Vegetta?-
Hablo un hombre mitad búho mientras sacudía el polvo que había en sus grandes alas, por otro lado el hombre mencionado asintió con la cabeza ante lo dicho por el alado.
-Llevemoslo con Merlon, él sabrá bien que hacer con este buen hombre-
Y tan pronto como dijo eso dos hombres se acercaron y lo tomaron por los hombros, para después tumbarlo al suelo boca abajo. Uno de ellos saco de su mochila una cuerda para con esta atarle ambos brazos al de casco, este mismo hacia su mayor esfuerzo por soltarse de aquel gran agarre. Pero después de todo aquellos eran alfas, y el nada más que un simple beta.