Una tarde cálida, era algo sorprendente. Tal vez porque pronto empezaría el otoño, mi época favorito del año por mucho. Me gusta mucho disfrutar el sol antes de que se acabe.
Diana y yo estábamos sentadas en el campus de la escuela, ella es mi mejor amiga por demasiadas cosas.
La conocí el invierno pasado porque se transfirió a mi curso, ella vivía en otro lugar pero se mudó a 4 calles de mi casa.
Ella llegó un 15 de Febrero. La sentaron cerca de mi en clase de Física y pude notarlo, ella era parte del club. Tenía marcas de guerra en sus brazos.
Yo solía cortarme hace más de 3 años, por lo tanto, me decidí a hablarle en el receso. Ella se sentó en una banca del campus y abrió un libro. Llevaba una sudadera gris, un pantalón de mezclilla y unos vans negros, era obvio que le gustaba vestirse en un look "emo".
-Hey, hola, nueva.
-Si me quieres molestar, hazlo en otro momento, estoy ocupada.- Me dijo enseguida.
-No pensaba molestarte - Le dije seriamente - Sólo quería conocerte. - Me rasqué la cabeza tímida.
-Soy Diana. - Me dijo tendiendome su mano y cerrando su libro, era "Crescendo"
- ¡Wow! - Exclamé sorprendida. - Yo me llamo Dania.
-Tenemos un nombre parecido.
-Ya lo creo.
- ¿Quieres ir a comer conmigo?
-Claro, Diana.
Ese día nunca fué cuando encontré a mi hermana perdida.
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Treinta y siete días antes.
Teen FictionCuando todo parece morir, cuando los amigos se van, cuando te miras al espejo y no te encuentras, es entonces cuando la vida te recompensa y te da lo que toda la vida has necesitado.