Treinta y siete días antes.

Día treinta y cuatro, antes.

Hoy veré a mi novio.
En realidad no nos vemos tan seguido, lo cuál facilita nuestra "relación."
Sin embargo, me gusta estar con él porque él me ayuda a olvidar todo un rato, regularmente vamos a un lugar lejano y fumar. Le digo mis pensamientos y él me dice los que tiene, somos bastante parecidos.
Lo considero mi mejor amigo con título de novio ya que no somos cómo las adolescentes estúpidas creen, no. Sólo nos hemos besado un par de veces y nunca hemos dicho un "te amo", y me siento muy feliz con ello ya que diría mentiras.
Nunca he amado a nadie en la vida, no sé si porque no sé amar o simplemente no hay personas que me inspiren un sentimiento tan grande.
Considero que amar es algo utópico o algo que en realidad no existe.
O tal vez el amor es algo completamente diferente a lo que las personas definen.
Comienzo a creer que nada en esta vida es cómo lo pintan.
Cuando estoy con mi novio no veo todo rosa, no hay avecillas cantando, no siento mariposas en el estómago, no me hace sentir que todo está bien y cuando me besa no me da el placer más grande del universo.
Adolescentes estúpidas. No existe algo cómo el amor, es cómo un sueño... cómo volar, nadie puede volar; sin embargo todos hacen lo posible por acercarse a su sueño metiéndose en la cabeza ideas en las que de verdad lo creen.
Hoy me llevó a su departamento. Hemos visto TV y tomamos refresco.
-Me dijeron que ayer no fuiste al colegio y te perdiste. -Dijo Freddy (Mi novio) riéndo.
-Sí, pero no estaba perdida. Estaba pensando.
-¿En qué pensabas, Dania? -Me pasó el brazo por el cuello y al ser muy alto tuve que mirar para arriba sólo para encontrarme con sus ojos burlones.
-Pues, en realidad en que deseo morir. No quiero seguir causando problemas por el mundo.
-Debes quedarte, al menos para joderle la vida a todos. Así somos nosotros, Dania.
-Ya lo sé, pero... Sólo quisiera conocer la felicidad por un momento.
-Eso no existe.
-Lo sé. -Dije resignada.