c!Spreen y c!Roier se reencuentran después de muchos años de separarse, lo que no saben es que muchos sentimientos reprimidos volverán a aparecer.
- Ship solo de cubitos !!
- Dudosa aparición de escenas +18
ACLARACⵊONES !! ⇝ El ship es unicamente sobre los cubitos, no shipeo a los streamers irl ! ⇝ No es la primera historia que hago, pero tampoco tengo demasiada experiencia ! ⇝ Siempre trato de tener la mejor ortografía posible, pero habrá una que otra letra que se me vaya mal o colada por mi mal tecleo !
☆ Si llegan a surgir más cosas necesarias por aclarar lo haré, mientras tanto eso es todo ☆
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Era un día bastante soleado, eso era bastante agradable para nuestro buen Roier, pues él amaba los días soleados y alegres, él dice que son los días más alegres y de buena suerte.
7:30 a.m. Roier iba camino a la Universidad, después de todo el podría ser un tonto pero jamás un impuntual.
Ya después de haber llegado a su primera clase, tomó el primer asiento que vió libre y se sentó allí.
- Vaya día que hace hoy, me pregunto que tanta suerte tendré hoy. - Pensó nuestra buena araña.
Dieron las 8:00 a.m. La clase ya ha comenzado.
- ¡Muy buenos días jóvenes! Espero que hayan tenido un gran fin de semana, por lo que veo hay caras nuevas, me alegra ver que más gente se integre a esta universidad. - Dijo la maestra encargada.
- ¿Eh? ¿Caras nuevas? - Pensó Roier, para próximamente voltear su cabeza para todos lados.
- Caras nuevas... no veo a nadi- OH, AHÍ ESTÁ. - Mencionó Roier en su mente.
Aquel joven que vió Roier a lo lejos, era un chico de aspecto serio, traía una pinta bastante... normal, una camiseta color azul claro junto con sus pantalones azul marino, aquellas mangas cuadriculadas que resaltaban de una forma expectacular, definitivamente sentía que lo conocía de algún lugar.
Tocó una hora libre así que Roier aprovechó para analizar un poco más a aquel chico misterioso. Vió que él salió a caminar por los pasillos, obviamente se escabulló atrás de él para poder observarlo.
- ¿A dónde piensa ir? Llevamos minutos caminando y no para en ningún lugar. - Exclamó Roier en su mente.
Finalmente aquel chico paró justo en el patio, Roier se escondió atrás de una banca no muy lejos pero tampoco muy cerca de aquel joven.
- ¿Qué tanto hace ahí parado? Es algún tipo de hobbie que tiene o-
- Deja de seguirme ámenos que quieras que te rompa todo lo que se llama cara. - Dijo aquel chico interrumpiendo los pensamientos de Roier.
- ¿QUÉ? Perdón, no quería parecer un acosador atrás de ti, simplemente me dió curiosidad. - Dijo Roier mientras ocultaba sus nervios.
- Pues pareces la definición de acosador justo en este momento, pelotudo. - Dijo aquel chico.
- ¿Pelotudo? Ahh!! Que sos argentino. - Dijo Roier para tratar de romper ese momento incómodo.
El chico de camiseta azul no dijo nada, solo mataba a Roier con la mirada, era una mirada tan seria que pareciera que no hubiera ni un alma atrás de ella.
- Ehh, creo que mi salón está por allá, ¿que digo? ¡nuestro salón! jaja... TE VEO EN CLASE. - Roier después de terminar esas palabras salió corriendo a su salón de clases, no podía creer lo incómodo que fue ese momento para él y el otro chico, moría de vergüenza.
Roier finalmente después de correr arduamente, llegó a su salón de clases.
- ¡Ingatumadre! No sé que fue eso, pero no me pienso acercar a ese chico de nuevo. - Dijo Roier bastante exhausto.
Comenzó su siguiente clase.
Roier solo sentía como aquel chico no le quitaba la mirada de encima, pensaba que lo iba a golpear de todas las maneras posibles a la hora de salida, moría del miedo.
Pasaran las anteriores clases y el momento que Roier menos esperaba llegó, la hora de salida.
Aquel día soleado que vió Roier, se llenó de nuebes grises y lluvia abundante.
- Que buena suerte tengo, aparte de llegar sumamente avergonzado a mi casa, también llegaré súper empapado, ¡GRACIAS DIOSES, POR NADA! - Gritó Roier enfurecido.
Mientras él maldecia a los dioses, no notó que aquel chico lo estaba mirando.
- Oye, ¿Que te sucede? ¿Aparte de acosador estás mal de la cabeza? Eso explica demasiadas cosas. - Dijo el chico de camiseta azul.
- ¡NO! - Grito Roier. - Ahh, perdón, es sólo que... no quería que esta fuwra la primera impresión de mi parte.
- Los reencuentros no son lo tuyo, ¿verdad, Roier? - Dijo aquel chico.
- ¿Cómo es que conoces mi nombre..? - Dijo Roier un tanto asustado.
- Oh, ¿no me reconoces? Espera un poco. - Aquel chico se sacó esos lentes oscuros que ocultaban sus ojos y acomodó aquel cabello desordenado que cargaba. - ¿Y ahora qué tal?
Roier quedó impactado.
- ¿SPREEN? - Grito aquel chico de sudadera roja.
- JAJAJA, ¿Que tal wacho?
- B-Bien, cabron, perdón por todo, no pensaba que fueras tú. - Dijo Roier.
- Naa capo, no te preocupes, desde que te vi en cuánto entré al salón supe que eras tú, solo quería ver que pasaba.
- JAJAJA QUE HIJO DE PUTAA.
Ambos se quedaron hablando hasta que la lluvia parara.
4:00 p.m. Finalmente la lluvia paró.
- Uhh paraa, que la lluvia ya se fue. - Dijo spreen.
- Ah, tienes razón, ni cuenta me había dado.
- Bueno, fue bueno volvernos a ver, verdad? - Dijo Spreen.
- Siempre es bueno encontrarse con viejos amigos. - Dijo Roier.
- Si, bueno, ya me voy capo, fue increíble volver a encontrarte, nos vemos mañana! - Dijo Spreen.
