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Al día siguiente Spreen despertó más tarde que Roier puesto que era fin de semana, por fin.

Cuando el oso despertó se percató que tenía muchos mensajes de parte del castaño.

Se le hizo demasiado extraño pues el castaño nunca le había mandado tal cantidad de mensajes

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Se le hizo demasiado extraño pues el castaño nunca le había mandado tal cantidad de mensajes.

Spreen le respondió en cuanto vió esos mensajes, pues no quería que Roier siguiera pensando que aún dormía.

Spreen y Roier estuvieron horas y horas hablando por mensaje.

Spreen no soltó el celular ni un segundo desde que despertó, se la pasaba sonriéndole al celular gracias a los mensajes que le mandaba el castaño, no eran mensajes románticos, pero Spreen no podía evitar que se tornara una sonrisa boba en su rostro.

Por parte de Roier, él estaba demasiado feliz por poder hablar con Spreen tanto tiempo, sentía que mientras más hablaban, más conexión tenían. Para él era un tipo de sueño cumplido poder haber hablado tanto con aquel chico pelinegro.

Después de tanto palabrerío por fin terminaron su larga conversación.

Spreen se puso a ver videos en su celular pero no tardo mucho en sentir cierta desmotivación o vacío en él, no sabía por qué, solo sabía desde que cortó la conversación con Roier se empezó a tornar ese sentimiento en él.

- Que raro, nunca me había pasado esto, quizás y tengo hambre.

El pelinegro bajó a la cocina a preparase algo para saciar esa "hambre" que tenía. Después de unos cuantos bocadillos él aún seguía con ese sentimiento.

Él ya sospechaba que era lo que pasaba, pero simplemente no quería saber que en realidad era eso que tanto le "espantaba".

De pronto a lo lejos sonó su celular, se acercó por el y vió que era Roier.

Ese mensaje lo sacó un poco de sus casillas, en el sentido de que lo sorprendió un poco

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Ese mensaje lo sacó un poco de sus casillas, en el sentido de que lo sorprendió un poco.

Por un lado se le hacía un tanto extraño pero por el otro él sabía que sentía lo mismo. El sentimiento de extrañar a alguien para Spreen era tan raro, lo hacía sentir tan confundido pero a la vez era como si eso le diera las respuestas que necesitaba.

Sin dudarlo, él respondió el mensaje.

Spreen no fue tan directo con Roier, él también lo extrañaba y puede que necesitaba estar con él, pero sentía que sería muy

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Spreen no fue tan directo con Roier, él también lo extrañaba y puede que necesitaba estar con él, pero sentía que sería muy... extremista para el castaño, decidió tomarse todo a la ligera, no podía precipitarse pues no estaba seguro de lo que sentía.

Toda la tarde hasta el anochecer se la pasó hablando con el castaño, no sabía cómo explicar ese sentimiento, esa tranquilidad, esa paz que le transmitía el estar con Roier, el hablar con él, se sentía... seguro. Nunca había tenido ese sentimiento con otra persona, era la primera vez que se sentía así con alguien.

Spreen sabía que todo lo que estaba pasando estaba muy fuera de su "zona de confort" pero era un sentimiento tan lindo lo que Roier le hacía sentir, era algo tan diferente y único.

De tanto pensar en eso, el pelinegro volvió a sentir ese cosquilleo, ese mariposeo en su estómago.

Él ya sabía que era lo que pasaba, ya sabía lo que sentía después de pensarla tanto, todo era una señal: el mariposeo en su estómago al hablar o estar con Roier, la sonrisa de tonto que ponía cada vez que hablaba con él, todo lo que pensaba del castaño con tan sólo verlo a lo lejos, todo estaba bastante claro ya.

Spreen quería a Roier, sabía que era demasiado rápido el como se tornaron esos sentimientos, pero estaba seguro de lo que sentía por el castaño.

- Quiero salir con él, quiero hablar con él día, tarde y noche, quiero pasar buenos ratos con él, quiero estar con él...

Eran tantas las cosas lindas que le hacía sentir Roier con tan solo un "hola" de su parte...

Pero todo siempre tiene sus peros, Spreen no quería hacer sentir incómodo de alguna manera a Roier, sabía que si llegaba a pasar más tiempo con él iba a empezar a ser demasiado obvio y podría pasar que Roier se diera cuenta y él dijera que no sentía lo mismo.

El pelinegro empezó a sentir miedo, un pánico total, él no quería que Roier se terminara alejando de él por incomodidad, pero sabía que sino lo intentaba jamás podría saber que hubiera pasado entre ellos.

Spreen estaba dispuesto a tratar de "conquistar" a Roier de alguna manera, aunque le costara la vida.

El oso estaba tan feliz después de haber aclarado todo, por fin podía decir con seguridad que de alguna manera estaba enamorándose de Roier.

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Perdón por el capítulo un tanto corto T-T

Las personas también pueden ser estrellas - SproierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora