Akuma No Kyojin [Tú en SNK]

T3 Capítulo 18 Titanes de la Vanguardia

Los nuevos reclutas de la legión se encontraban haciendo sus ejercicios diarios. Corriendo alrededor del bosque de árboles gigantes que se encontraba cerca de Trost, o usando sus equipos para moverse entre las estructuras del mismo bosque. Cortando los colchones sobre las enormes figuras de madera que simulaban ser titanes.

Una pelirroja con grandes ojos de color ámbar observaba la escena desde la lejanía con ayuda de un catalejo color bronce. Sentada sobre la Muralla Rose, con sus piernas pegadas a sus pechos y con una mirada sombría y molesta.

La pelirroja aunque de vez en cuando centraba su atención en algunos de los nuevos reclutas, su vista terminaba volviendo a una persona en particular. A una chica de apenas catorce años, con rasgos físicos similares a los suyos, y que a diferencia del resto de reclutas parecía tener una mayor habilidad con su equipo de maniobras.

???: Sabía que estarías aquí

La pelirroja quitó su ojo del catalejo y miró a su derecha, notando así a su compañero pelirrubio y de ojos violetas. El cual caminaba hacia ella con tranquilidad, con una bolsa de papel en su mano izquierda.

Adelina: ¿Alfons? ¿Qué haces aquí?

Alfons: Sólo quería platicar con una vieja amiga. Mira, hasta te traje pan

El chico le mostró el contenido en la bolsa, para que entonces la pelirroja tomara un pan dulce y comenzara a comerlo con lentitud. Mientras el pelirrubio se sentaba a su lado, comiendo la pieza restante que había en la bolsa.

Alfons: ¿Es buena no? Tiene mucho más talento que el resto de los reclutas para la misión ¿No es así?

Adelina: Sí... *contestó en un tono apagado, para darle otro mordisco a su pan*

Un silencio se formó entre ambos soldados. La pelirroja con la mente en otro lado, mientras era  observada de manera algo triste por su amigo. Y después de unos segundos, el oji violeta rompió el silencio.

Alfons: No quieres que ella vaya ¿Verdad?

Adelina: No, no quiero...

Alfons: ¿Y ya se lo comentaste? *preguntó curioso*

Adelina: Sí, se lo dije cientos de veces y aún así no me escuchó... Hace unos días discutimos sobre ello, se enojó bastante conmigo y fue a hablar directamente con el capitán Levi

Alfons: ¿Y?

Adelina: Pues que de alguna manera logró convencerlo a él y al comandante para que la dejaran ir... ¡Agh! ¡Ni siquiera entró a la academia militar y aún así pudo calificar para ir a la misión! ¿Cómo es eso posible? *exclamó frustrada mientras se agarraba los cabellos con fuerza, con su mano derecha*

El pelirrubio la observó con cautela. Y después de unos segundos en los que no movió ni un músculo, tomó la mano de la muchacha y se la retiró de sus cabellos con fragilidad. Causando que la chica lo mirase, mientras el pensaba en las palabras que estaban a punto de salir por su boca.

Alfons: Sé que es... Difícil cuanto menos, pero también tienes que entender su punto de vista. Desde niñas siempre priorizaste que Ilsa no corriera tanto peligro como tú, así que es normal que ella quiera demostrar que puede hacer más, que no es la misma niña de hace años... Pero sobre todo, creo que quiere hacerte ver que no tienes que enfrentar el peligro tu sola

La chica abrió los ojos con sorpresa, para después mover su cabeza hacia abajo. Y después de unos segundos, contestó.

Adelina: Yo... Lo sé, pero aún así me es difícil aceptarlo. Mi madre murió al dar a luz, junto con mi hermano recién nacido, y mi padre al transferirme su poder. Ella es la única familia que me queda, y si le llegara a suceder algo-

Alfons: Por favor, sabes que la posibilidad de que le ocurra algo es mínima. Estará en la retaguardia con todos los nuevos, cuidada y vigilada por algunos de los veteranos *contestó en un tono tranquilizador*