Shape The Habit

Tormenta en Parada

Peter se encontró casi dormido recostado en su asiento, con sus ojos semi abiertos y estando medio inclinado a la izquierda en su lugar. En el lado positivo, casi no había nadie en el vagón del tren. Por lo que nadie lo estaba mirando incómodamente comportarse vergonzosamente como un zombie.

El transporte subterráneo era un gran dilema para él. En parte era un ahorro de energía y de cartuchos de telaraña algo de lo que probablemente no tenía mucho de ambos en ese preciso momento; por otra parte, algo sobre sentirse acorralado y pesadillas sobre estar enterrado que a veces lo mantenían despierto sintiéndose inquieto y ansioso.

Dio un largo bostezo cuando el tren se detuvo en otra parada. Las puertas se abrieron con un silbido neumático y las personas abandonaron el vagón; dejando el tren vacío en su totalidad. A excepción de él, que aprovecho para acostarse en los asientos libres. Todavía quedaba un buen trayecto por recorrer para llegar a su destino, y después de eso tendría que caminar unas cuantas calles abajo hasta su departamento.

Estaba a casi nada de cerrar los ojos, cuando escucho pasos acercándose. Peter mantuvo el rumbo con ojos cerrados, hasta que pronto el sonido de tacones se hizo más claro resonando en el mismo vagón. Se le cayó el estómago al pensar que tendría que compartir su vagón con una mujer lo que restaba del camino, últimamente su suerte con las mujeres no era la mejor.

Su suerte no había sido buena en general. Y Generalmente hablando, casi nunca lo era. Era su culpa en algunos de los casos... o generalmente siempre tuvo algo que ver en eso. Él había tenido que aprender a vivir con eso: aguantar el primer golpe y levantarse después del segundo golpe preparado para recibir el tercer golpe. Era una rutina, un hábito que se convirtió en algo común entre un tumultuoso cumulo de emociones demasiado complicadas; que o lo hacían sentir muy mal consigo mismo o sentía que había sido malo con los demás, lo que al final lo llevaba a sentirse mal con él mismo.

Todo perfectamente equilibrado entre sus amigos cercanos o interés romántico a los que no sabía si fallar o decepcionar y que, desafortunadamente, siempre terminaba haciendo las dos cosas. Su vida era una serie dramática donde todo el mundo estaba ansioso al borde su asiento esperando ver que es lo siguiente que pasaría. Todos menos él.

Vive con la culpa, lidia con el drama.

Conoció a esta chica, Carlie Cooper. Pero las cosas no iban en buen pie; su trabajo y el de ella los ponían en polos opuestos, y no de los que precisamente se atraen entre sí. Lo intentaron de todas formas... bueno, ella quiso intentarlo realmente, pero él estaba ocupado. Siempre con las manos llenas. Casi matando a Jonah, enfrentándose al regreso de Norman y el surgimiento de un Venom inverso a blanco y negro de nombre Anti-Venom, decepcionando a la Tía May.... y a Harry, y no quería pensar en la novia de este último...

Peter detuvo el carril de sus pensamientos, y se enderezo en su asiento. Sentándose correctamente, y mantuvo la mirada fija hacia el frente. La mujer se sentó en la misma fila de asiento en la que él, separados por solo un asiento de distancia. Pudo notar el toque de cabello emblanquecido en sus periféricos que, por un momento, le causo una sensación nostálgica.

Las puertas del vagón se cerraron con otro silbido neumático. Y el tren comenzó a andar.

(........)

Fue cuando el tren llevaba un tiempo en marcha. Peter apenas registró la voz de la mujer en su oído hablando a su lado. El tiempo se ralentizó, pero no le prestó atención. El la tomo de los brazos, abrazándola contra su cuerpo y tiro de ambos hacia el final del vagón.

Ella gritó. Y todo el tren se agito y grito. Y él maldijo mentalmente su suerte.

El sentido arácnido de Peter rugió cuando llegó el impacto. El tren se levantó con un salto, las luces explotaron y el vagón se azoto con un fuerte chasquido. Apenas logro tener tiempo para sacar sus lanzadores de telaraña, y aun así no tendría tiempo para crear un capullo lo suficientemente grande para ambos. Entonces; creo solo uno pequeño y grueso, para protegerla a ella.