Estoy completamente loca por reír cuando debería estar llorando.
Estoy loca por seguir construyendo mientras todo a mi alrededor se derrumba.
¡Claro! Estoy loca para perdonar a quien ni siquiera me había pedido perdón.
Estoy loca por olvidar todo lo que me hizo daño y continuar viviendo.
Debo de estar loca
para seguir amando con un corazón en coma.
Tendría que ser locura tener paz
a pesar de los truenos y relámpagos de afuera.
¿Tanta calma dentro de mí era real?
¿Era posible sentirme bien entre tanto caos,
o solo estaba loca?
Y sí, era posible bailar en medio del dolor.
Era posible correr, cantar, saltar...
todo con fe y creyendo en la felicidad.
Era posible caminar bajo la lluvia,
sin que sus gotas me mojaran.
Era posible convertir mi delirio en amor.
Era posible extender mis alas y volar.
Estaba loca cuando me inundaba una tranquilidad
que debía de ser esporádica.
Estoy completamente demente por seguir avanzando
cuando el mundo me frena
y coloca espinas en mi camino.
Estoy loca por desnudarme en medio del frio,
mi piel indefensa se eriza, pero está bien,
ahora siento el calor dentro de mí.
Esto es una locura porque veo un sol radiante en un cielo nublado.
Estoy loca porque soy luna brillando en mi oscura habitación.
Estoy loca, porque veo un arcoíris sobre un mar de cristal.
Estoy Loca por creer en lo imposible,
por poner mi esperanza en mis ilusiones.
Estoy loca por escuchar a un Dios que no puedo ver.
Loca, por aferrarme a la vida cuando moría.
Es así que comprendo que quien está loco no siempre es feliz,
pero quien es feliz está completamente loco.
