No quiero ir

740 34 14
                                    

Todo inició como un día normal para Maya. Despertó temprano junto a su esposa, los rayos de sol que comenzaban a filtrarse por las cortinas hacían que el cabello de Carina resplandeciera y los diferentes tonos de café en él se vieran con claridad. Maya la admiró como si fuera la primera vez que veía a la italiana junto a ella; después de unos minutos salió de la cama tratando de no despertar a su amor. Cuando hubo terminado de arreglarse regresó a la cama del lado de Carina y con delicadeza acarició su mejilla expuesta, esto hizo que la doctora comenzara a despertarse, usualmente Maya hubiera dejado dormir a su esposa, pero los días que le tocaba ir a un turno de 24 horas o más siempre la despertaba para poder despedirse apropiadamente. Carina abrió los ojos y lo primero que vio fue a su esposa sonriéndole, ella le devolvió una sonrisa adormilada.

"Buenos días amor" le dijo Maya volviendo a acariciar su mejilla.

"Buenos días Bella, ¿cómo estás hoy?"

"Muy bien, estoy lista para salir y quería despedirme."

"Oh, ¿qué hora es?" respondió Carina despertando completamente y comenzando a sentarse, pero Maya se lo impidió.

"No te levantes, son las seis y cuarto, pero quise dejarte dormir lo más posible, te mirabas muy cómoda y tranquila."

"Gracias, pero me hubieras despertado para que pudiera pasar más tiempo contigo" señaló Carina haciendo un pequeño puchero, Maya solo rió un poco al ver la ternura de su esposa.

"Lo siento amor, pero ahora más que nunca quiero que aproveches lo más que puedas a descansar."

"Lo sé, gracias por cuidarnos" respondió Carina tomando entre sus manos una de Maya con una pequeña sonrisa.

"Siempre" sonrió Maya "¿cómo está mi bultito?" dijo posando con cariño su otra mano en el vientre de 6 meses de Carina.

"¿Tienes que llamarla así?" suspiró Carina como derrotada.

"Si, ¡es tierno!" defendió Maya riendo.

"Si tu lo dices" dijo Carina rolando los ojos "pues tu bultito durmió bien toda la noche, esta vez me dejó dormir en paz."

"Muy bien mi bultito, gracias por cuidar a tu mami" dijo Maya inclinándose sobre el vientre de su esposa y sonriendo aún más grande cuando sintió un leve movimiento bajo su mano.

"Y ahora está despierta" informó Carina como acusando a su esposa.

"No me mires así, ya te dejamos dormir bastante" bromeó la bombero.

"Supongo" dijo Carina fingiendo exasperación "¿ya fuiste a ver a Fiorella?" preguntó Carina refiriéndose a su hija mayor.

"Aún no, pero estoy segura de que sigue dormida, al final de cuentas es tu hija" bromeó Maya.

"Estas chistosita hoy" observó Carina con una sonrisa divertida.

"Estoy de buen humor, sí... ¿cómo podría no estarlo? Pasé un par de días tranquilos junto a mi familia, dormí muy bien, desperté junto al amor de mi vida que por cierto está cargando a mi segunda hija, estoy lista para ir a hacer el trabajo que me gusta... sí, todo está bien en el mundo."

Carina no dijo nada, solo sonrió grande y tomó a su esposa del cuello de la blusa para acercarla a ella y plantarle un dulce beso. Maya lo aceptó feliz.

"Te amo Maya" dijo Carina al separarse del beso.

"Y yo te amo a ti" respondió Maya volviendo a besar los labios de su esposa. "Bueno, tengo que irme. No dudes en llamarme si algo pasa. ¿A qué hora entras a tu turno hoy?"

Maya y Carina - Historias CortasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora