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Quack's o mejor conocido como Quackity, se encontraba sentado fuera de la habitación donde yacía su amigo Roier, esperando a que lo dejasen pasar, realmente estaba preocupado por el bienestar de su amigo, hace poco Spreen le había comentado lo que pasó y realmente estaba muy molesto con el pero, eso no le importa ahora, lo que le importa era que su amigo estuviese bien.

-Listo puede pasar a verlo -Hablo una enfermedad.

-Gracias.

Fueron las únicas palabras que salieron de la boca de Quack's antes de entrar a la habitación y ver a Roier sobre una cama, conectado a tubos con un aparato para respirar y un monitos que marcaba sus latidos.

Era una escena sacada de sus pesadillas, era algo que el claramente no quería ver, una cosa espantosa ante sus ojos.

-Ay mi Roier...Te lo dije cabron, te lo dije, Spreen no es bueno, es un culero...Roier...-Se acercó a la camilla de este y tomo su mano con cuidado la cual acaricio- Eres un pendejo jaja -Trato de bromear un poco para que el ambiente no se sintiera tan apagado pero al no escuchar la risa del contrario comenzó a soltar lagrimas- Pendejo te dije...Ay Roier...¿Por qué?, ¿Por qué te pasa esto a ti? -Ya con la voz quebrada y un nudo en la garganta menciono lo anterior, realmente no podía creer que estuviera viendo a su amigo en ese estado.

Las lágrimas de Quackity comenzaron a hacerse más presentes en sus ojos y sus mejillas.

-¡Mi raza no te me vallas!, Aún...Tenemos q-ue... -Las palabras no le salían, simplemente estaba quebrado- Ay nmms wey...No te me v-allas...T-enemos q-ue c-chingar...nos u...nos tac-os con don Chuy aún...Aún tenemos que hacer eso Roier...

Y sin más callo en llanto Quackity, realmente le dolía, la pregunta es ¿A quien no le dolería eso?, Su amigo estaba en una camilla, en urgencias, dentro del hospital, por un maldito imbécil que no le valoro, dios, nunca pensó que sería así eso.

En la habitación se escuchaba solamente el llanto del híbrido mitad pato y mitad humano, a sus espaldas se escuchó una voz, la cual logro captar su atención haciendo que esté se volteara a ver de quién se trataba, ¡O! Mejor dicho, de quienes se trataba, al ver de quién era apretó los dientes y cerro los puños.

-Ahhh y-yo...

-Hola Quackity...Venimos a ver a Roier...

-Larguen se de aquí. -Hablo sin más.

-Q-uackity, y-yo...En verdad lo siento...

-Ahorrate tus explicaciones Spreen.

-Oye Quackity, Spreen solo trata de ser amable...

-Ja, si claro, ¿Que haces acá Juan?, Mejor larguen se a besarse o vivir felices como estaban en la fiesta cabrones.

-...Quackity, entiendo que estés molesto, pero, yo no amo a Juan, ya no lo amo, yo amo a Roier, por favor, déjame ver a mi novio.

-¡Si!, Spreen no me ama, el ama a Roier, solo me beso por un reto, todo era un reto.

-...!LARGO!, No los quiero escuchar par de mamones, ¿Creen que me creeré eso?, ¿Que dijieron? ¿"Este ya mordió el anzuelo"?, ¡No mijo!, ¡No soy un idiota!, Largo de aquí antes de que los golpee.

Y con esto Quackity los saco de la habitación con la sangre hirviendo, cerro la puerta y se dio la vuelta en dirección a la cama.

-Este hijo de...

Callo en el instante que su mirada dio a parar con el cuerpo de Roier, en ese momento recordó como Roier presento a Spreen a sus amigos, a su "familia" y como hablaba de el, cómo sonreía, el tiempo que pasaron juntos, soltó un suspiro y fue a sentarse a lado de la cama, colocando se en el piso, tomando la mano de su amigo la cual acaricio con mucho cuidado.

-...Cabron te metiste en un lugar donde no era...

Cerro sus ojos y dio un suspiro pesado mientras las lágrimas comenzaban a brotar nuevamente de sus ojos.

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Por otro lado Juan estaba serio fuera de la habitación al igual que Spreen pero no estaba tan preocupado, al contrario del híbrido el cual estaba completamente alterado.

-Oye...Fue mala idea que me pidieras un beso para que volviéramos...

-...

Spreen se mantuvo callado y comenzó a llorar.

-Yo amo a Roier...Yo te lo pedí por un reto...Roier...Roier es mi dulce de miel...Roier es...Era...Todo...Lo que más amaba...Y-yo... -Las lágrimas comenzaron a invadir el rostro de aquel chico, Juan al ver esto se sorprendió, nunca lo había visto tan devastado.

-¡Hey hey!, Tranquilo...Verás que Roier despertara y todo estará bien.

Spreen solo se limitaba a llorar, se levantó de su asiento, se sacó los lentes y los lanzo contra el piso con furia, abrió sus ojos dejando ver sus heterocromaticos ojos, estos estaban completamente cristalizados.

-Soy un idiota...Un estúpido, dios que asco de persona soy...








"¿Sabes lo que queda de mi?, Queda, solo el silencio"

Nadie puede ser tan feliz...Sin sufrir. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora