"No necesito a un hombre, mi meta en la vida es ser una gran magizoóloga y tener una casa en el bosque para mi y mis animales, ¡no voy a enamorarme nunca!"
"Ya veremos Malfoy, te haré cambiar de opinión respecto a enamorarte"
Ir a Hogwarts para An...
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Uno de los días más esperados por Annie había llegado, ir al callejón Diagon
La niña estaba tan feliz que se levanto muy temprano, a Narcissa le hacía feliz ver a sus hijos emocionados, justo a las dos de la tarde la familia Malfoy salió de su mansión y partieron hacía el callejón
Entraron al Caldero Chorreante, rápidamente la familia robo varias miradas, tristemente los Malfoy eran respetados por miedo y no porque se hayan ganado el respeto, Lucius sacó su varita y golpeó levemente la pared de ladrillos dejando ver el callejón Diagon
Los ojos de Annie se iluminaron, había tanto color, tanta felicidad a dónde quiera que ella volteara
Annie vio a lo lejos la tienda de escobas, ese era su secreto, amaba el quidditch, pero su padre ni siquiera la dejaba tocar una escoba, decía que a ella no debe interesar ese deporte
Sonrió y le dio una mirada rápida a Draco ya que el también estaba viendo la Nimbus 2001
Siguieron caminando hasta llegar a la tienda de túnicas, aunque a Annie se le hacía aburrido ir a esa tienda tenia que hacerlo
Juntó con Draco estaban parados con los brazos extendidos mientras la bruja les tomaba las medidas
En cuánto esta terminó ambos hermanos le pidieron permiso a sus padres para explorar el callejón, con un poco de duda ambos accedieron con la condición de no separarse
Les dieron dinero para que fueran a elegir la mascota que quisieran, mientras ellos esperaban a que les dieran las tunicas
Draco salió corriendo y detrás de él salió Annie, esta última chocando con un niño que iba entrando a la tienda
—Lo siento—se disculpó ella rápidamente
—Esta bien, no importa—dijo él con una sonrisa
Annie le dio una última sonrisa y se dio la vuelta siguiendo a su hermano
Ambos llegaron a la tienda de mascotas
Duraron diez minutos ahí, Draco había elegido una lechuza color negro, tenía unos hermosos ojos color azules, al contrario de Annie que aún no decidía
—Vamos Annie, llevamos aquí mucho tiempo y quiero ir por mi varita—dijo Draco cansado—Sólo elige una lechuza
—No me presiones Draco, no lo sé, es que si quería una lechuza pero mira los sapos y los gatos—dijo mirando a todos lados—Tal vez elija ese sapo... mejor esa lechuza café... ¿o esa blanca?
