Capítulo 16

72 6 14
                                    

Desperté sintiendo que me arrancaban de golpe de un sueño del que no quería salir. Abrí los ojos y me encontré abrazada a cada sensación que parecía haber vivido. Me obligué a cerrar los ojos para permanecer un rato más en esa realidad tan mágica.

Me llevó unos cuantos segundos percatarme de que aquello que creía sueño, era todo menos eso.

Automáticamente, me di vuelta para buscarlo y poder comprobar que todo había sido real... Pero su lado de la cama estaba vacío.

Entonces la confusión cobró protagonismo.

La parte de la cama en la que debería estar Giovani estaba desordenada. Me arrimé a la almohada y sentí su perfume impregnado en la funda. La sonrisa fue instantánea.

Todos los recuerdos se hicieron presentes. Sus caricias parecieron revivir en mi piel, en mi rostro, en todo mi cuerpo. Pude sentir su cuerpo sobre el mío, dentro mío. Sus besos recorrían cada rincón de mis recuerdos.

Quise quedarme a vivir allí y poder repetir el instante en un bucle sin fin. En ese momento, sentí que la palabra magia cobraba significado; esa noche había sido mágica en cada detalle y no sabía si volver a la realidad haría que aquello siguiera con vida.

Pero tuve que obligar a levantarme, vestirme y bajar a desayunar, borrando un poco la sonrisa para no llamar la atención. Pero cuando me miré en el espejo, noté un brillo especial que quien sabía observarme seguro lo descubriría. Era el brillo que ocasionaba el amor en mi.

Y me alegraba poder reencontrarme en él.

El resto del día fue como un viaje. Hacía cada cosa de mi rutina, pero me sentía flotar en el recuerdo, queriendo repetirlo. Y tuve que obligarme varias veces a dejar de pensar para poder continuar con mis actividades sin que el impulso me obligara a correr a buscarlo.

Para mi suerte, había avanzado bastante con el diseño del vestido para la nueva prueba del domingo. Solo me restaba hacer algunos detalles y finalmente, podría comenzar.

Esta vez me encontré aferrada a mi pasión para poder controlar la emoción, para poder tocar un poco la realidad y que mi accionar no me llevara a hacer cosas que pudieran perjudicarme a mi o a él.

Aun así, después de almorzar, salí al patio con la esperanza de verlo, aunque no sabía muy bien que pasaría si nos veíamos. Me costaba caer en la cuenta de que teníamos que escondernos para poder amarnos... ¿sería así siempre? ¿Habría un siempre escondido en algún lugar? ¿Cuánto tiempo podría ser posible todo esto?

Sonreí alejando cada pensamiento. No importara cuanto pensara, las cosas sucederían del modo en que tendrían que suceder. Y si me enroscaba, lo único que lograría sería no disfrutar de la hermosa sensación que me había regalado ese momento tan especial que habíamos pasado juntos.

Por suerte, aquellos primeros días del desafío casi todos estaban demasiados concentrados en hacer sus diseños y poder comenzar con la confección. Eso hizo que los momentos de encuentros grupales durante el día se redujeran a unos pocos y por algunos minutos.

—Siento que ahora que caímos en la cuenta de que podemos ser eliminados, todo se tornó un poco mas tenso, ¿no? —me dijo Nai después de la cena.

Apenas podía concentrarme en lo que acontecía a mi alrededor. Lo único que quería hacer era ir a mi habitación y esperar su llegada... Aunque sabía que no llegaría hasta que los pasillos estuvieran desiertos.

—Si. Me siento más nerviosa.

—Se te nota. Has estado rara todo el día.

Aquello no fue un buen indicio. ¿Tanto se me había notado?

Vistiendo a la realezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora