Capítulo 2

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En la vida real hay un matiz

Si algo me gusta a mí, son las cosas que puede darte la vida. Son las revanchas y sé muy bien mi propósito desde el momento que me detuve a pensar y planear todo.
Bajarme del auto, después de salir de casa y terminar mis clases se vuelve estremesiente, después de seis meses de que mi abuelo murió me hago presente para una nueva y larga jugada.

Querido Nahoj, aunque hoy estés muy lejos de mí te pido por favor no me permitas rendirme hasta que se haga justicia todo. No sé con quién estarás, pero si ves a mi abuelo, dile que pasa el tiempo y mi corazón empeora. Me hacen falta, pero supongo que no alcanza y es imposible porque todo se empezaba a acabar y no nos dimos ni cuenta. Aunque ya no estén aquí, tienen lo mejor de mí. De eso ya no queda nada.

—Señorita, Dunter —me saluda el de seguridad mientras me abre la puerta

Con las miradas de sorpresa de todos puedo deducir que no esperaban mi presencia por aquí, tal vez creían que no regresaría y dejaría todo a cargo de Nahuel pero están todos equivocados, siempre lo han estado. Mi corazón y mente son dos cosas diferentes ahora, solo pienso racionalmente y vaya las consecuencias para algunos.

La recepcionista se pone de pié al verme llegar.

—Señorita, Dunter. Sea usted bienvenida —dice ésta

—Buenos días —saludé decentemente y pasé largo hasta el ascensor, dónde...
Me encontré a Nahuel

—Ethel, no pensé que vinieras —dice este

—Ya sabes lo que dicen, el tiempo todo cura en su momento y ahora estoy aquí —dije sin mirarlo a la cara

—Claro —contestó éste y nadie habló más.

Al llegar al piso cuatro, el ascensor se detiene indicando que llegué a el piso pedido.

—Nos vemos luego —dije por última vez y sin esperar respuesta de su parte, salí.

—Señorita, Ethel —saluda la secretaria que fue de mi abuelo

—Buenos días, Cheryl. Por favor pase a la oficina

Sin más, entré a la oficina que por tantos años perteneció a mi abuelo.

—Debe saber que todos sentimos mucho lo que pasó con su abuelo, fue un gran líder.

—Lo sé. Pero ahora necesito informes de todo lo que involucre la empresa.

Esta sale después de decir que traerá mi pedido pronto.

Reviso los cajones del escritorio encontrándome con carpetas, planos, una que otra fotografía y vaya que me toma tiempo revisar las carpetas y ponerme al dia con todo.

Sin embargo, tener socios inservibles no es de gran ayuda. Menuda gente.

La mayor parte del día me lo llevo encerrada revisando carpetas, documentos, contratos y planos de nuevas solicitudes.

—Ethel —escucho cómo llaman a la puerta

—Pase —digo y entra un hombre, de ojos grises, porte imponente y cabello azabache con mirada estremecedora.

—Soy Bastian Moretti, representante de Ashton Moretti mi padre y socio de la empresa. Un gusto —dice ofreciéndome su mano como saludo

—¿Qué tal, señor Morreti?. Soy Ethel Dunter, nieta del señor Benjamin Dunter. —acepto el saludo

—Señorita Dunter, sea bienvenida. Una vez más, mis condolencias.

—Gracias.

—Estoy a sus órdenes si desea algo con relación a la empresa, a decir verdad, no esperaba verla tan pronto por aquí

Interesante, confirma mis sospechas de la mañana.

—Pues ya ve, señor Moretti, estoy aquí puesto que me han educado para cumplir mis responsabilidades —digo a la defensiva

—En realidad pensé que no te volvería a ver, Ethel.

—Ni yo a ti, pensé haberte sacado de mi vida hace mucho. No sé cómo demonios es que estás aquí. Dime qué es lo que buscas, Bastian.

—Créeme que lo último en lo que pensé hace meses, es cruzarme contigo. Me enteré de lo de tu novio.

—No te importa, déjalo.

—Dos golpes de un solo, debes sentirte fatal.

—Bastian, no me provoques. Creí haberte dejado claro lo que podía llegar a pasarte si me seguías jodiendo. No tientes a tu suerte, así que limítate a hacer tu trabajo y no te cruces en mi camino porque está vez no tendré compasión.

—Uy que miedo, eso no era lo que me decías hace dos años. De hecho, decías unas cosas que, joder, aún recuerdo.

—Sal de aquí, Bastian.

—Me iré, igual nos veremos seguido, ragazza.

Dice saliendo de mi oficina. No puede ser que me he encontrado a este gilipollas, de todo lo que creía que podría pasar hoy, esto era lo único que no vi venir. Menudo idiota.

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