slide away ━━george weasley [BORRADOR]

00. prólogo

Un flechazo, eso fue lo que sintió George Weasley al ver por primera vez a Lucas Evenson aquella mañana en el Expreso a Hogwarts.

Era apenas su primer año, recuerda muy bien que él y su hermano, Fred, estaban tan emocionados que Percy los había mandado a recorrer el tren porque no lo dejaban leer con sus “charlas sin sentido”; recuerda haberse separado de Fred por unos segundos y puede jurar que aquel momento podía reproducirse en su cabeza en cámara lenta y recordar incluso lo que Lucas llevaba puesto en ese momento; recuerda con lujo de detalle el brillo de sus cristales celestes al mirar por la ventanilla abierta del tren; como sus rizos dorados, que seguramente habían estado perfectamente peinados, bailaban con el viento y como una diminuta sonrisa se formaba en sus finos labios al admirar el paisaje. Recuerda que su corazón latió con fuerza y su cuerpo tembló de la emoción cuando la profesora Mcgonagall gritó su nombre frente a todos los presentes en el Gran Comedor, recuerda la desilusión que sintió cuando el sombrero gritó la casa de Ravenclaw; también recuerda haber sonreido cuando cayó en cuenta en lo inteligente y habilidoso que debía ser Lucas para haber sido asignado en aquella casa.

Pero en ese momento George no había caído en cuenta de los sentimientos que habían nacido dentro de él. Era muy joven en ese momento para entenderlo, pero luego de sentir aquella tristeza y enojo todas aquellas veces que presenciaba o escuchaba cada vez que Lucas tenía una confesión de amor por parte de las chicas en Hogwarts, supo que no era normal sentir eso por el chico al cual admiraba, porque sí, George creía que el hecho de observar lo cada vez que tenía oportunidad, sentir a su corazón latir con tanta fuerza o que las palmas de sus manos sudaran cada vez que Lucas Evenson estaba cerca de él o el solo hecho de pensar en él lo hacía temblar de los nervios; George creía que solo se debía a su admiración por Evenson, después de todo el cuarto veela no solo era popular por su inigualable aspecto y carisma, sino también por su inteligencia y habilidad como mago.

George creía que aquel amor que disfrazaba con admiración se esfumaría si solo se esforzaba un poco con olvidarlo, pero no podía evitar sentir su mundo derrumbarse con el paso del tiempo y con el solo pensar en lo que haría cuando la noticia de que George salía con alguna chica de la escuela llegara a sus oídos. Había momentos en los simplemente no podía dejar de decirse a sí mismo “Quizás sí fuera una chica, él se fijaría en mi” “Quizás sí fuera como aquellas chicas que le declaraba su amor, él lo miraría; quizá si no fuera tan alto, si sus hombros y espalda no fueran tan anchos, si sus manos no fueran tan grandes y fueran más suaves o si su voz fuera más femenina, Lucas Evenson lo miraría a él y solo a él”.

Pero no era así, y nunca iba a serlo, porque él no era una chica; era un hombre y ni el hechizo más poderoso podía cambiar eso.

— ¿Estás bien, Gred? — cuestionó Fred, y George se dió cuenta que había estado los últimos diez minutos mirando hacía su libro de Encantamientos sin decir ni una sola palabra.

— Estoy bien — afirmó el gemelo, quitando el ceño fruncido que ni él mismo sabía que tenía —, solo estoy un poco cansado.

— Has estado muy distraído últimamente — señaló Angelina, mirándolo con preocupación. Para ser un Weasley había estado muy callado la última semana, y eso considerando que George era mucho más tranquilo que su hermano, Fred. — ¿Estás seguro que todo está bien? Sabes qué puedes decirnos lo que sea ¿No?