FELIX
—¡SEUNGMIN! —se escuchó fuera de la habitación de Changbin, seguido de un portazo. Felix se sobresaltó, pero se relajó al ver que Changbin no había ni parpadeado—. ¡AUUUUUUUUU!
—¿Qué se supone que es eso? —preguntó Felix, girando la cara hacia Changbin, sentado en el suelo junto a él.
—Chan —respondió Changbin, tranquilo. Lo miró también y cambió de tema como si nada. Aquello debía ser algo habitual—. ¿Qué te está pareciendo la peli?
—Estúpida —confesó, volviendo a mirar hacia la televisión colgada de la pared—. Es obvio que están enamorados. ¿Cómo pueden saberlo todos menos ellos?
Changbin se rio entre dientes.
—No te has enamorado nunca, ¿no?
—No —admitió—. ¿Y tú?
—No. Pero recuerdo que Ch... arlie, un amigo australiano que tengo, se enamoró de su novia actual, Selena. Y ella de él. La situación fue bastante parecida.
—¿No sospechaban ni un poco que le gustaban al otro? —Si eran como los de la película, debían ser dos estúpidos.
—No tenían ni idea. Ji y yo tuvimos que echarles un cable.
—¿Cómo?
—Pues es que discutían mucho, ¿sabes? —Changbin resopló, con los ojos puestos en la televisión—. Por eso de la tensión sexual reprimida. Lo hacían por todo, todo el tiempo. Llegó un punto en el que ya no eran ni un poco soportables. Jisung y yo los encerramos en la habitación de Ch-...
Changbin dejó la frase a medias y Felix volvió a mirarlo. Parecía como si acabara de ver un fantasma.
—¿Changbin? ¿Estás bien?
—Tengo que ir al baño —dijo al momento, poniéndose en pie y yendo hacia él con rapidez.