El mundo cambió cuando los quirks emergieron, dando inicio a la era de los héroes, pasaron décadas antes de que pudiera haber orden, sólo para volver a cambiar con la llegada de Superman, no sólo se descubrió que existía vida en otros planetas sino...
Caminando por la calle, vestida con un abrigo morado y capucha, Jirou trataba de llegar a la estación del tren
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-"Maldición, que molestos"- frente a la muchacha de morado, un enorme grupo de reporteros y camarógrafos esperaban en la estación -"¿Acaso ya nunca podré caminar tranquila?"-
Desde el ataque a U.S.J, todos los canales de noticias no hacían más que hablar de ello, queriendo conseguir entrevistas con cada uno de los alumnos de ambas clases involucradas. Los días en el transporte público parecían haber terminado para todos ellos
Claro, hubo quienes lo tomaron mejor, ya sea porque tenían transporte privado o porque disfrutaban de la atención que recibían (Monoma y Aoyama). Pero, en el caso de la usuaria del quirk sonico, ella sólo quería que la tierra se la tragara cada vez que debía salir de casa
Suspirando con molestia y cansancio, la fanática de la buena música se resignó, preparando el cubre bocas que había traído y esperando no ser reconocida
-¿Necesitas qué te lleve?- Jiro volteó a la derecha, viendo a su compañera Momo Yaoyorosu en una limusina
-Yaomomo, que gusto verte- ambas rieron ante la situación -Había olvidado que tenías auto-
-En realidad no es mío, es de mi papá- ella se sintió algo avergonzada, pues aún cuando quería ayudar a su amiga, se sentía incomoda de que le recuerden lo adinerada que era -¿Y bien? ¿Te llevamos?-
-Si, gracias. No sabes como me estás salvando- la pelinegra le abrió la puerta a su amiga, dejándola entrar e iniciando el viaje hasta la academia
-Hemos llegado, joven ama- el mayordomo personal de la pelinegra habló, deteniendo el vehículo en la entrada de la academia
-Muchas gracias, Alfred-chan. Nos vemos más tarde- ambas estudiantes bajaron de la limo
Al llegar al salón, se encontraron con sus compañeros, quienes hablaban entre sí mientras esperaban a su profesor. La gran mayoría estaban hablando sobre el mismo tema particular, el ataque a U.S.J, contando su experiencia en batalla y enseñando/comparando sus heridas
-Ya te lo dije, nada le gana a los pechos- bueno, no todos ellos -No hay forma de que encuentresalgo mejor- totalmente seguro de sus palabras, Mineta cruzó sus piernas en su asiento en una muestra de superioridad
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