Asuntos pendientes

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Inko se paralizó por un segundo, ella jamás vio venir la llegada de su antigua amiga. Cuando la rubia apretó más su agarre sobre ella, comprendió que debía decir algo

 Cuando la rubia apretó más su agarre sobre ella, comprendió que debía decir algo

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-Mitsuki... que... ¿Qué haces aquí?- le costó horrores pronunciar palabra alguna, y más le costó tener que ver el rostro de su amiga cubierto de lágrimas

-¿Yo? ¿Tú qué haces aquí?- la rubia tomó a Inko de los hombros y la miró a los ojos -Diez años sin vernos, diez años sin saber nada de ti, ahora estás en casa de tu madre y ni siquiera me llamas ¿Qué pasa contigo?-

Mitsuki estaba muy alterada, su esposo reaccionó rápido y la abrazó por la cintura. El matrimonio Bakugou estaba buscando respuestas de la única sobreviviente de la familia Midoriya, mientras que su hijo estaba detrás de ellos con la molestia más que notoria en su rostro

Katsuki tenía sus manos guardadas en los bolsillos y trataba de poner su mirada en cualquier cosa que no fuera la peliverde. Entre tanto y tanto, su vista se colocó en la ventana del primer piso, descubriendo una silueta detrás de la cortina. El rubio cenizo se quedó pensando en eso por un segundo, aquel cuarto pertenecía al hijo de Inko y si ella estaba en la puerta ¿Quién ocupaba su habitación?

-¿Qué hace el aquí?- la voz indignada de la Midoriya sacó al Bakugou de sus pensamientos, el volteó a verla con indiferencia pero en su interior se hallaba sumamente nervioso

-Inko el...- Mitsuki trató de explicar, pero su amiga la detuvo al apuntar acusadoramente a su hijo

-El no es bienvenido en mi casa- la científica estaba visiblemente molesta por la presencia del rubio

-Inko, por favor, déjanos pasar y hablemos- la madre del explosivo joven trató de mediar la situación

-¡No, tu hijo atormentó a mi pequeño durante toda su niñez, el no es bienvenido cerca de mi o mi familia!- la peliverde levantó la voz -Pensé que la orden de restricción había dejado eso bien claro- ella sacó su teléfono del bolsillo -¿Acaso tengo que llamar a la policía?-

Las palabras de la madre causaron un gran dolor en los padres del rubio cenizo, trayendo a sus mentes una serie de recuerdos nada gratos. Masaru, queriendo razonar con la Midoriya, dio un paso al frente

-No hay necesidad de ponerse a la defensiva- el castaño levantó sus llaves -Katsuki y yo iremos a dar una vuelta mientras ustedes se ponen al día- su esposa lo miró preocupada -Deben tener mucho de lo que hablar-

-Masaru...- el castaño agitó una mano con despreocupación

-No hay problema, además tiene razón. Nuestro hijo no tiene permitido acercarse a ella pero eso no aplica para ti- la rubia sonrió ante sus palabras -Ve y habla tranquila, avísanos cuando terminen-

BNHA: SuperboyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora