Hilo Rojo II

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Habia pasado dos semanas de mi cumpleaños y no había vuelto a saber de Noah, bah, en realidad si... me habló el martes para hacer algo pero le inventé que no podía. Algo dentro de mi no se sintió lista para verlo de nuevo. La realidad es que retomar el contacto, y ese sueño tan lucido, me habían removido sentimientos y me sentí un tanto estúpida.

La cuestión es que inventé que no podía y creo que fue evidente, mi excusa magistral fue "no puedo, tengo que ir a regar las plantas de mamá". Me maldije apenas apreté enviar. Era la peor excusa del mundo lo sé, pero es que me puse nerviosa y fue lo primero que me salio... después de eso no volvió a hablarme. No lo culpo

Era Sábado y no tenia planes, el trabajo en la semana había sido brutal y solo quería descansar. Estaba sentada en el sillon, con mi copa de vino al tope y una serie de fondo ya que mi atención estaba en tik tok... soy un poquito adicta a esa app, solo un poquito. En mi defensa la serie era aburrida, ni si quiera recuerdo cual era. De golpe el timbre me saco de mis pensamientos.

-Quien carajo será a esta hora...- susurré dejando la copa en la mesita y levantándome del sillon. Claramente estaba en pijama el cual consistía en un short/calza y un remeron de Ironman pues #fandemarvel.

Camine hacia la puerta con mi peor cara, seguramente era Nala. A ella le encanta hacer apariciones sorpresa... pero no.

-¿Noah? -lo mire confundida mientras me acomodaba los anteojos en el puente de la nariz.- ¿que haces acá?

Ahi estaba él. Después de 10 años, parado en la puerta de mi departamento, con una botella de vino y otra de cerveza, sonriendome como un niño que acababa de mandarse una cagada y había sido descubierto.

-Si maoma no va a la montaña... la montaña va a maoma -sonrió mas, subiendo las botellas que sostenia en cada mano.

Me quede en blanco unos segundos. De verdad estaba hermoso, se habia cortado su larga melena y por primera vez en la vida podía ver su cuello. Tengo que decir que ese corte le quedaba muy bien. Automáticamente flashbacks nuestros vinieron a mi mente pero los corrí muy rapido moviendo la cabeza y saliendo del estupor.

-¿Me vas a dejar afuera? Vengo en son de paz...

-Ah, si si, pasa -respondí haciéndome a un lado para que pase.

Noah camino hacia el living, vio la copa sobre la mesa, luego el telefono reproduciendo un tik tok en loop y volteo a verme con cara divertida.

-Cuanta noche eh...

-Los 28 no vienen solos querido... -ambos nos reimos. - dale, sentate y ponete cómodo, voy a buscar un destapador

Cuando volví ya estaba en el sillon esperándome  mientras inspeccionaba Netflix. Me sente a su lado, deje un vaso y abri la botella de cerveza para él.

-No sabia que preferias asique traje ambas opciones -se rió. - pero ya veo que es lo que preferis.- dijo dando vueltas mi copa, haciendo que el vino suba por el cristal para despues probarlo.- mmm rico, buen gusto

-Obvio, siempre lo tuve.- respondí haciendome la importante en chiste. Ambos reímos y nos quedamos mirando en silencio unos segundos. La tension del ambiente era palpable, aunque no era una tension mala. Me aclare la gargante y corri la vista. - Voy a preguntar de nuevo... ¿que haces en mi casa?

-Nada, te dije que me debias una cerveza y vine a cobrarmela, tuve suerte que no tuvieras más plantas que regar... -Soltó mientras se recostaba contra el respaldo del sillon y le daba un sorbo al vaso, escondiendo tras si una pequeña sonrisa burlona. Idiota, pensé.

-Muy gracioso... -estaba sentada a su lado, contra la otra esquina, con las piernas cruzadas.

No podia dejar de verlo. Es que de verdad los años le habian sentado muy bien. Tenia muchos mas tatuajes que antes, podia notarlo ya que se asomaban por la rotura de sus jeans negros, ademas se habia sacado la campera y sus brazos estaban descubiertos, sin mencionar el dibujo que salia de su garganta... era una mano alcanzando una manzana, y crei ver alguna rosa también. Tenia una actitud mas dominante que en aquellas épocas, su tono de voz tan calmado y rasposo. Su postura sentado con las piernas separadas, una de sus manos descansaba en su pierna mientras que la otra se situaba sosteniendo el vaso en el apoyabrazos. Un leve calor recorrió mi cuerpo hasta llegar a mi rostro.

Shorts - Noah Sebastian (Bad Omens)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora