Oh, jelly, jelly

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-jelly jelly-























-jelly jelly-

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Jihyo

-despues de varios minutos las niñas o más bien demonios se quedaron dormidas en nada más y nada menos que en mi sillón, y obviamente como el alma caritativa que soy comenze a pasar a cada una en mi cama, no sé cómo talvez por un milagro del señor todas entraron, y en ese momento cuando las ví acostadas tan cómodamente recordé que no tenia dónde dormir, el único lugar disponible era el sillón, sin duda me esperaría una larga noche...


-senti pequeñas manos golpear mi rostro y otras partes de mi cuerpo haciendome despertar, abrí mis ojos lentamente topandome con la mirada de las niñas, a sí las niñas, espera...!las niñas!, De un solo movimiento me sente en el sillón haciendo asustar a las niñas-

-oye! Tranquilízate solo venimos a decirte que queremos desayuno- dijo Nayeon  retrocediendo unos pasos-

-ah! Esta bien les daré desayuno...esperen un momento !Desayuno!-dije levantandome-

-pues, si son las 10 de la mañana- respondió una Momo obvia-


-10 de la mañana!- dije corriendo a mi habitación-

-hey! Aún no nos das nuestro desayuno- reprochó Dahyun siguiendome junto con las demás niñas-

-eso es lo de menos ahora, voy a llegar tarde a la universidad-

-universidad?- cuestiono Chaeyoung


-si, universidad-

Minutos después

-ya había terminado de arreglarme y estaba a punto de salir, hasta que recordé !las niñas! Con quién las dejaría. No sabía con quién dejarlas no las podía dejar solas, pero tampoco podía llevarlas conmigo y por si fuera poco aún no habían desayunado, después de meditarlo un poco decidí faltar al menos solo por hoy, hasta encontrar que hacer con las niñas.

-saben niñas me quedaré con ustedes solo por hoy- dije volteandome a verlas- vengan vamos a desayunar, me dirigí a la cocina con ellas siguiéndome, después de un rato nos encontrabamos en la mesa desayunando huevos revueltos, pues era lo único que tenía en casa y no quería salir a comprar así que por ahora comeríamos eso, mientras desayunamos observé a las niñas y me di cuenta de algo, las niñas seguían con la misma ropa de el día anterior y pensandolo bien tampoco se habían duchado, así que después de desayunar y lavar los platos, lleve a las niñas a mi habitación y las senté en mi cama, después abrí mi armario para sacar una funda negra enorme en la que tenía ropa de cuando era pequeña.

Mamá de 8?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora