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Edward estaba muy concentrado tocando el piano, sin embargo, parecía estar ajeno a todo su entorno. Lo que en realidad era extraño. No es que fuera muy extrovertido y hablador pero siempre estaba al tanto de lo que ocurría en la casa y con su familia. Escuchaba sus pensamientos y sabía cuando necesitaban algo. Igual no es que quisiera escuchar sus pensamientos intencionalmente, simplemente ocurría pero en ese momento se sentía ajeno al mundo exterior.

—Edward —le llamó Esme desde las escaleras. La mujer llevaba un bolso en una mano y las llaves del auto en la otra, lista para salir.

El chico de cabello cobrizo regresó a la realidad y miró a su madre adoptiva con el ceño ligeramente fruncido.

—¿Qué sucede, Esme?

Ella lo miró con el ceño fruncido aunque divertida.

—¿Estás bien? —preguntó mientras daba un par de pasos cerca del chico.

—¿Por qué lo preguntas? —sonó a la defensiva, aunque esa no era su intención.

Esme dejó ver una amable sonrisa mientras llegaba a él.

—Bueno, prometiste que irías conmigo a hacer las compras de esta semana. Te dije que saldríamos en quince minutos.

Edward miró el reloj, ya habían pasado más de veinte minutos desde que Esme le había dicho.

—Lo siento mucho, Esme —se puso de pie— tengo algunas cosas en la mente.

La mujer le dio un par de palmadas en el brazo cuando Edward.

—No te preocupes. ¿Quieres hablar de ello?

Caminaron en silencio un momento hasta que Edward finalmente asintió.

—Creo que sí.

Ambos subieron al auto y fue Edward quien tomó el asiento del conductor. El viaje se mantuvo en silencio por algunos minutos, con la radio sonando de fondo apenas un poco y fue cuando entraron al pueblo que Edward decidió hablar. Esme había decidido darle su espacio a su hijo adoptivo y no presionarlo para que le dijera nada. Edward le diría lo que fuese cuando estuviera listo.

—Conocí a alguien —dijo por fin Edward— es un chico nuevo.

—Ese chico, Devon. ¿No? —preguntó Esme— Alice estuvo hablando de él cuando llegó de la escuela. Dijo que era muy lindo.

Edward casi pone los ojos en blanco. No le gustaba que Alice o nadie en particular se metiera en sus asuntos... aunque Devon no era para nada su asunto. Era bastante normal que lo notaran al ser el chico nuevo. Era muy llamativo no solo por ser el nuevo, de hecho, captó la atención de todo el mundo por ese gran moretón que adornaba su bonito rostro.

—Sí, es él.

Eseme dejó ver una pequeña sonrisa de comprensión.

—¿Qué ocurre con él, Edward?

Sweater Weather ๛ Edward Cullen ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora