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— ¡Es que no quiero que te vayas! — Chilló aferrándose a su camisa, escuchando las risas de los chicos y de Na-mi, quien se había vuelto gran amiga de Mineul cuando se enteró que a la rubia le gustaba Nayeon.
Ya era hora de que los chicos se fueran, y Mineul se había despedido de todos ya, menos de su novio porque no quería soltarlo.
— Preciosa, voy a volver — Dijo riendo mientras trataba de alejar a su novia. — Mineul, tengo que irme en serio.
La menor se alejó y bajó la mirada con tristeza, haciendo que Minho se acercara para verla, pero se asustó cuando escuchó un pequeño sollozo.
— Mineul, ¿estás llorando? — Preguntó al verla tapar su rostro, y tomó sus manos con suavidad para quitarlas de su cara, pero la menor no cedía y estaba forcejeando con el peligris, ya que su cabello azul se había desteñido hasta quedar gris. — Oh, mi niña. No llores, el tiempo pasará rápido.
La menor destapó su rostro mojado y lo miró con un puchero, haciendo que Minho se sonrojara ante lo tierna y hermosa que era su novia, y se acercó hasta acunar su rostro entre sus manos y plantarle un suave besito en su frente.
— Son dos meses — Dijo en un torpe balbuceo. Minho retiró con suavidad sus lágrimas y le sonrió aún con su rostro sonrojado y luego besó su nariz mientras acariciaba sus mejillas con ternura.
El resto solo los miraba de lejos con unas grandes sonrisas al ver la mirada enamorada que desprendía Minho con solo ver a la pelinegra, y también el tierno brillo en los ojos de la chica ante sus lágrimas.
— Serán los dos meses más rápidos, ya lo verás — Murmuró rozando sus narices, haciéndola reír. El corazón de Minho saltó de felicidad al escuchar su risita tierna y entonces ahora él se puso mal por tener que alejarse de su novia, pero no lo demostró porque quería que ella dejara de estar mal, no hacerla sentir aún peor. — Voy a traerte ropa, accesorios, regalos sorpresa y muchos dulces para hacerte feliz.
— No hace falta, Honnie — Dijo en un murmuro llevando sus manos a las mejillas de su novio, que besó su nariz con ternura y le sonrió.
— Si es para ti sí que hace falta, mi amor — Esta vez le tocó a Mineul sonrojarse, y sonrió ruborizada, haciendo reír al mayor. — Te enviaré muchas fotos para que no me extrañes.
— Lo mismo digo — Comentó riendo.
— Pasajeros con destino a Estados Unidos, favor de comenzar a abordar en estos momentos — Dijo la voz de la azafata por los altavoces.
Minho suspiró y bajó su mano derecha para tomar su maleta, teniendo la otra aún en la mejilla de su chica.
— Te voy a extrañar, preciosa.
— Y yo a ti — Dijo con tristeza, pero se alejó del mayor un momento y corrió hacia Na-mi, que le entregó algo y luego regresó con Minho y le extendió un sobre rosa, haciéndolo sonreír con ternura. — Léela en el avión y mira lo que hay al fondo.
