Cuando eramos pequeños...

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19/04/23

Cuando eramos pequeños corríamos por todos lados, queríamos jugar, tocar, explorar todo lo que había a nuestro alrededor; Sin importar que tan peligroso fuera aquello, sin importar las veces que tus padres te dijeran "No lo hagas te puedes lastimar", "Te vas a caer", "No puedes ir", "No puedes tocar" , "No", "No", "No".

Simplemente, no importaba, por que lo único que querias era jugar, solo o con amigos. Pero la mayoría de las veces pasaba exactamente lo que tus padres te decían que pasaría si hacías lo que querías hacer.

Te caes, vas a ese lugar, tocas aquello que no podías tocar, haces lo que te dijeron que te podía lastimar. Y después de lo ocurrido entiendes por que tus padres te dicen "No" .

Lo prohibido siempre nos llama más la atención.

Si te caes, recibes un raspón, te duele y te aguantas, aguantas ese dolor físico hasta que pase. Pero, en el momento en el que te caíste y sentiste el dolor de la caída, querías llorar, y lo hacías, llorabas, por que te dolía.

Y tal vez a ti no te decían nada, solo te abrazaban y curaban la herida.O tal vez, a ti te decían, "No llores, solo es un raspón" "¿En serio vas a llorar por eso?".

Y a consecuencia, creciste minimizando tus problemas, tus sentimientos. Por que hay personas con problemas peores a los tuyos ¿Cierto?.

"No, no voy a llorar, ¿qué me pasa?, hay personas con problemas peores qué los míos" .

Eso era lo que pensabas, ¿cierto?, y no me malinterpretes, no de pequeño, ya de grande, ya cuando te diste cuenta de las cosas que pasaban a tu alrededor, cuando te diste cuenta de las cosas que te pasaban a ti.

Después del raspón queda una cicatriz (si no te arrancas la costra), pero la cicatriz qué quedó, ya no duele. Pero cuando la vez, recuerdas lo que te paso, y no sientes nada, o tal vez piensas.

"Pude haber evitado esa caída si le hubiera echo caso a mis papás"

Pero el hubiera no existe, lo que se hizo esta echo y ya esta.

Como quisiera volver a ser un niño pequeño donde los raspones eran mi única preocupación, donde las cicatrices no dolían.

Como quisiera volver a ser pequeño...

Las cicatrices del alma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora