Doce

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El golpe de feromonas lo dejó ligeramente mareado, eran muchas y al mismo tiempo, todas ellas gritaban que el chico que se retorcía sobre sus sueteres, queriendo obtener más de su aroma alfa, estaba en celo, un celo que no tenía sentido, pues el omega ya estaba embarazado, no había razón para entrar en celo.

NamJoon sin dudas se preocupó, jamás había oído de un omega embarazado y en celo, se supone que la función del celo era exactamente esa, incitar la fecundación, así que sin pensarlo mucho intentó tomar al chico, quien lloriqueaba en sus brazos, pero manteniéndose tranquilo al inhalar su aroma relajante y protector.

Con mucha dificultad, logró salir de la casa y fue directo al auto, donde desbloqueó el mismo y abrió la puerta trasera, el chico era más bajo que el por unos centímetros, llevarlo a cuestas representaba un reto.

—NamJoon ¿por qué me mentiste?—el sollozo lastimero de SeokJin cuando estuvo dentro del auto hizo a NamJoon abrir sus ojos más de la cuenta.

Con rapidez entró en el lugar del conductor, necesitaba llevarlo a un hospital.

—¿De que hablas Jinnie?— preguntó con nerviosismo, poniendo su auto en marcha, necesitaba ir en el menor tiempo posible.

—¡NamJoon malo!— gritó infantilmente, dejando bastante en evidencia que él estaba en celo, su lobo predominaba sobre él —M-me mentiste y me rompiste el corazón.

El corazón de NamJoon se oprimió, mirando de vez en cuando por el retrovisor, dónde SeokJin en el asiento trasero abrazaba su sueter.

Tenía una sospecha de lo que SeokJin hablaba, sabía que era mala idea ocultar sobre su destinado, pero esta era la razón, SeokJin se había puesto mal con saberlo, no quería que su esposo sufriera ni que algo malo aconteciera con su bebé, al que tanto amaban sin siquiera haberlo conocido.

—Cariño...—intentó llamar, pero era en vano, mientras el omega estuviera fuera de sí, no serviría de nada intentar arreglarlo.

Con molestia dio un golpe en el volante, las cosas solo podían complicarse desde ese punto, SeokJin no confiaría más en él y quien sabe que cosas se habrá metido en la mente, temía que pensara que era un idiota infiel.

Allí fue las palabras dichas por Jimin cobraron sentido "bienvenido a casa, infiel", todo era un estúpido mal entendido.

Cuando llegó a una calle con menos tráfico aceleró, SeokJin cada vez sollazaba más alto y decía un millón de incoherencias, se sentía mal ver a su esposo de esa forma, como nunca lo había estado, un celo demasiado extraño.

Al llegar estacionó en uno de los pocos lugares que quedaban y sin perder tiempo salió a tomar a SeokJin, quien rodeó su cuello con sus brazos y escondió su rostro en el mismo, el alfa pasó sus manos debajo de sus muslos e hizo un esfuerzo para cargarlo de esa forma, en otra situación no hubiera podido, pero su parte lobuna le daba las fuerzas, todo para proteger a su omega.

Sintió el pantalón del pijama humedo, seguramente debido a la lubricación natural que era normal en el ciclo de celo, aunque se golpeó mentalmente al caer en cuenta de la situación, había sacado a su esposo en celo, llamando la atención de varios alfas en el establecimiento.

—¿Qué estás mirando, idiota?— gruñó al pasar al lado de un alfa, que en evidencia estaba siendo atraído por el aroma.

Entre gruñidos e insultos pudo llegar a la recepción, dando explicaciones de lo que estaba aconteciendo, mientras SeokJin golpeaba sus hombros y le seguía repitiendo "alfa malo, malo, malo".

—Nam, no quiero perder a mi bebé —sollozó el mayor, pareciendo sin sentido—me está doliendo mucho.

—¿De que hablas, cariño? Nuestro bebé está bien, no...—no terminó de decir nada cuando SeokJin tomó su rostro y le hizo ver su pantalón.

Daebak [Adaptación] [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora