Oh, pecador, prepárate. Esta noche hay luna llena y los demonios de sangre vendrán por tu sucia alma.
🍷
Misha es un vampiro pura sangre que disfruta jugar con su comida. Él tiene un don especial, un olfato superior que le permite oler los pecados...
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Sobrevivió.
Misha reventó su burbuja y terminó con chicle en toda la cara.
Ella estaba viva.
Había estado esperando horas en la sala de espera, aguardando cualquier información que lo mantuviera tranquilo.
Apenas reconoció a la primera enferma que lo recibió el día anterior, se interpuso en su camino. Le sonrió coqueto, puso el brazo en su cintura y en un abrir y cerrar de ojos, la secuestró, encerrándola en el primer depósito que encontró a su paso. La chica no alcanzó a pestañear ni gritar, fue golpeada por dos ojos rojos con iris demoniacos. No opuso resistencia y se perdió muy dentro de sí misma.
Al principio dudó, sabía que no debía involucrarse, pero ya estaba ahí. Lo que menos podía hacer era preguntar.
Y así supo que la pequeña respiraba. Seguía existiendo.
La respuesta le calentó el corazón, pensó que era alivio, pero resultó ser hambre. Tenía que serlo.
El vampiro limpió su boca con el manga del suéter de la chica, susurrando una disculpa que no sentía. Sacó otro chicle con sabor a fresa del bolsillo y se lo metió a la boca.
-Pero ¿está viva-viva o viva-muerta?
No obtuvo respuesta. La hipnosis no funcionaba con preguntas divertidas, tenía que ser más específico. Estaba prohibido usar el encanto para fines egoístas o personales, según la Constitución Vampírica, articulo 55. Pero era Misha. Él no seguía las reglas, él las rompía y luego quedaba al borde del desmayo por desgastarse manipulando a otros.
—¿Cómo se encuentra?
—Bien. En recuperación, afortunadamente no sufrió traumatismos de ningún tipo. Sorprendente, comparando la cantidad de golpes y lesiones que ha sufrido su cuerpo...
—Por el accidente. —Misha la interrumpió para mentir—. Un auto, mapache, camino, boom. Adiós salud.
—... Por el accidente. Debo registrar eso. —La chica hizo una pausa, seguro perdió el hilo.
